Trabajo e inclusión es el principio de la iniciativa y sin duda la fórmula de invitar a todos a darle buen uso a su tiempo y convertirse al grupo de los hacedores que no pierden oportunidad en presentarse donde pueda ser útiles, como un servidor a Dios y a la patria, un servidor sin frontera que no necesita pasaporte porque es de los que vinieron a este mundo a servir, a ser útiles tomando el trabajo y su buen comportamiento como una bendición y el trabajo con mucha dignidad y no como castigo, como si fuese de parte del negrito del vate y todo lo contrario, el trabajo es una bendición, un premio a la salud, una invitación a vivir, sentirse útil, ser creativo, practicante del bien con el ejemplo, ser un mensajero en positivo y mantenerse a distancia de los agoreros y portadores de malas noticias, por ser esto nocivo a la salud porque los negativos siempre ven el pecador donde está el santo y no lo contrario y así tener un poco de paz y no sumarse a los que ellos mismo se desean el mal, debemos salir del discurso negativo para fortalecer la mente y así con mente fresca y positiva conseguir con más facilidad una salida a estos desastre de país que nos lleva a el averno y las mentes negativas nos agravan la crisis en vez de concentrarnos en un simbiosis que sea impenetrable y nos conduzcan a unas condiciones y animo de una pronta solución convencidos de que lo peor paso por que así lo decretamos todos los que amamos el país.
Pensemos será que este noventa y dos por ciento (92%) que se quedaron estamos consciente, que nuestro país no se parece a ninguno, somos un país especial dotado de una belleza natural, el más rico del mundo con todas las bondades imagínese si dicen los estudiosos que hay petróleo para tres mil años, oro para 470 cuatrocientos setenta años por solo nombrar dos fortaleza porque la lista de las riquezas de nuestra patria no caben en un libro y pueden vivir 6 países sin ningún problema por supuesto si los pillos y taimados se quedan tranquilo y no les parece poco para complacer sus avaricias y llenar el insaciable buche, pero nuestra obligación como decentes es buscar buenas y prácticas soluciones y no seguir lloviendo sobre lo mojado, ni perder tiempo en hechos consumados; la intensión por el bien de la nación es inclusión y la participación que coincido en la unión y el rescate del país, conociendo ya que lo que abunda es riqueza; debe ser bien administrado con honestidad y dignidad, consciente de que el país es de todos, buscar el cómo vivir todos bien y poner en práctica aquel dicho” que el perdón es el que olvido de la ofensa y sin olvidar un mensaje que viene como anillo al dedo, que nos dejó el presidente Kennedy un hombre puede morir, un país puede derrumbarse o dejar de crecer, pero las ideas vivirán para siempre, y justamente es lo que aquí abundan ideas y buenas intenciones de gente pensante que arriman la carreta al mismo destino, con dignidad y orgullo del Venezolano.
Podemos decir con orgullo que el trabajo, que los dolientes del país, que según los numero son muchos y apuntan al mensaje del presidente Kennedy, les cuento por qué he estado en muchísimos eventos, foros, asambleas de acreditados y creíbles altos dirigentes de alta moral y capacidad intelectual, que manejan un proyecto en positivos, plan recuperación país, es una forma aceptada y creíble ciento por ciento (100%) están tan ajustados a la realidad que ya se considera un éxito por su buena condición de cómo salir adelante y como principal materia primeras ideas sanas y creíbles, trabajo e inclusión este programa sin duda es para todos, hay no se habla de políticas, no se buscan culpables, es la lucha por el bienestar de todos y la prosperidad.
Que sin duda se lograra a corto plazo confiando en que nuestra patria será recuperada, no habrá más hambre, ni miseria, nuestros hogares volverán a sentir el calor de sus hijos, que los casi seis millones de coterráneos regresen a vivir en paz y aparte que se traigan las mismas o un poco más de lo que se marcharon, para que con sus talentos y profesionalismos nos contribuyan a decentar y recuperar lo que éramos, nuestra idiosincrasia y traernos la gente honorable y buenos anfitriones y volver a ver la alegría de los hogares, y dejar de ver familias, madres, padres, abuelos hablando a la soledad y enviando bendiciones al aire, aparte cuidarse del grupo no confiable que sus acciones sean tales como ideas fijas y no desviaciones ideológicas.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por las Paz, la Convivencia y la Propiedad de nuestro País.
José Gerardo Mendoza Durán