Un centenar de manifestantes combativos intentaron irrumpir el lunes en la legislatura de Hong Kong mientras una multitud de miles de personas marchaban en esa dirección en el 22º aniversario del retorno de esa excolonia británica a China.
Rodeados de un centenar de manifestantes a su alrededor, un pequeño grupo de participantes usó repetidamente un carrito de carga a manera de ariete para estrellarlo contra un ventanal de vidrio del edificio, atravesándolo parcialmente y dañándolo.
El disturbio inesperado retrasó el comienzo de la marcha del lunes. La multitud empezó a salir del Parque Victoria, pero la policía pidió a los manifestantes que cambiaran su ruta o que cancelaran la marcha.
Tanto los manifestantes combativos como los marchistas se oponen al intento del gobierno de cambiar las leyes de extradición a fin de permitir que los sospechosos sean enviados a China para ser juzgados. La propuesta ha aumentado el temor a la erosión de las libertades en el territorio, que fue devuelto a China en 1997.
La asediada lideresa de Hong Kong se comprometió a ser más receptiva al sentir de la población durante un discurso en una ceremonia de izamiento de la bandera. Carrie Lam ha sido criticada duramente por tratar de hacer aprobar la propuesta de ley.
Dijo que una serie de protestas y marchas que han atraído a cientos de miles de estudiantes y otros participantes en las últimas semanas le han enseñado que necesita escuchar mejor a la juventud y a la población en general.
Se esperaba que la marcha anual fuera más grande de lo habitual porque el proyecto de ley de extradición ha despertado crecientes temores de que China esté erosionando las libertades y los derechos garantizados a Hong Kong durante 50 años en un marco de la política de «un país, dos sistemas».
Dos marchas en junio contra la propuesta de ley atrajeron a más de un millón de personas, según los cálculos de los organizadores.