Flexibilizar al máximo el marco legal vigente para atraer a las inversiones extranjeras, es el gran reto en el corto y mediano plazo, según el criterio de Tomás Socias López, presidente de la Consultora Grupo Estrategias y analista económico y financiero.
“Sin el capital extranjero o empresas de capital foráneo, nuestros países en América Latina no podrán avanzar, porque esa participación Económica le da una empuje crucial y estratégico a nuestros países”, opinó el especialista.
Afirmó que las inversiones extranjeras se la pelean los países inversionistas, “en el extranjero analizan bien los lugares a dónde irían esas inversiones, por ejemplo evalúan si van hacia mercados grandes como Argentina y Brasil”.
Socias López advirtió que de no colocar reglas adecuadas para los inversionistas, esas inversiones van a migrar a otros países del mundo, como a los Europeos, Asiáticos o en los Estados Unidos, “lugares en los cuales hay más seguridad jurídica, Estados en los que pueden tener la atracción y las garantías necesarias que nos les son generada por nuestros países”.
“En el Caribe se requiere de la presencia de los productos y de las inversiones extranjeras en todas la áreas, por eso es necesario que se establezcan Leyes y normas claras, que les permita a los inversionistas poder repatriar sus capitales, sacarle beneficio a su inversión, en porcentajes adecuados y todo este proceso se dé bajo el amparo de la Ley”.
Manifestó que en Venezuela concretamente, la inversión extranjera tiene un gran reto, “aunque exija unas condiciones de seguridad política”, esto luego de que el gobierno dio pasos hacia la desregulación del control de cambio, el cual ha tenido un efecto importante al permitir la repatriación de capitales, porque con la visualización de apertura económica se requiere de un abastecimiento mayor de productos.
Recordó el experto, que muchas de las empresas manufactureras que se han ido del país, lo hicieron debido a la existencia de un marco legal poco amigable con el sector privado, de la ausencia de reglas del juego claras y de la falta de los estímulos necesarios para seguir generando riquezas, empleo estable y bien remunerado.