El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, aseguró que Venezuela está “al borde de una catástrofe” por el éxodo migratorio. Aplaudió la decisión de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) de reconocer la crisis de los exiliados venezolanos, que alcanzan cuatro millones en los últimos años.
Guaidó denunció la falta de acceso a servicios, por apagones eléctricos que a diario duran doce horas y la carencia de servicios y bienes básicos, como agua y medicamentos.
“Los próximos días serán determinantes, no podemos permitir que se normalice la crisis de Venezuela, que se normalice el horror, el terror que están viviendo los venezolanos”, señaló.