No se puede precisar cuántas personas murieron en el enfrentamiento que se produjo esta semana en el sector “El Puente”, de Boca Grita, en la zona fronteriza colombo-venezolana, porque esa es un territorio donde no existe soberanía, ya que los grupos armados operan a sus anchas y los militares no intervienen para nada.
Tal es la opinión de Arturo Molina, presidente de la institución Interduca, quien habló a título personal cuando fue consultado vía telefónica por elimpulso.com, en relación el choque armado entre los paracos (paramilitares colombianos) y los “colectivos” venezolanos que se están peleando el dominio del cobro de “peaje” a quienes se ven obligados a utilizar las rutas ilegales entre Venezuela y Colombia, y viceversa, para adquirir alimentos, medicinas, enseres o repuestos.
Esta situación se viene presentando desde hace años, ya que durante el gobierno regional de José Gregorio Vielma Mora también hubo enfrentamientos, pero no con saldos tan alarmantes de muertes.
Sin embargo, los choques entre los dos bandos se han tornado cada vez más violentos después que Nicolás Maduro ordenara el cierre de la frontera, ya que se intensificó el paso de personas por las trochas, que son las vías alternas que han sido utilizadas tradicionalmente para desplazarse de Venezuela a Colombia o en sentido contrario.
Lo que más llama la atención es que los militares no actúan porque no sólo hay cobro de “peaje” sino un intenso contrabando de gasolina venezolana hacia territorio colombiano, y se hacen de la vista gorda, dijo Molina. Eso lo sabe todo el mundo tanto de un lado como del otro de la frontera.
Es por eso que hasta el momento no se sabe si fueron doce, catorce o muchos más los muertos en el enfrentamiento de esta semana, porque en esa zona no interviene ningún tipo de autoridad, ya que ha sido dejado en manos de los grupos armados, que utilizan pistolas, ametralladoras, fusiles y hasta granadas.