El miércoles 19 de junio Honduras vivió una noche de caos y manifestaciones en contra del gobierno del presidente Juan Orlando Hernández. A las protestas civiles se sumó el transporte público y la policía.
Los hondureños protestan por “la violación de Derechos Humanos”, por las decisiones de Juan Orlando de querer privatizar la educación y la salud, las últimas cuestionadas elecciones presidenciales, los supuestos lazos con el narcotráfico y los bajos salarios.
Los miembros de la Policía Nacional de Honduras pidieron a la civilización, a través de un comunicado, que realizaran sus respectivas protestas de manera pacífica sin cometer actos vandálicos, sin quemar ni destruir negocios. No obstante, los ciudadanos encendieron cauchos y trancaron las calles para demostrar su descontento.
Los actos culminaron en enfrentamientos entre los policías unidos a la huelga y funcionarios de otras instituciones que fueron encargados para reprimir las manifestaciones.
Las ciudades donde se registraron mayores protestas fueron Tegucigalpa, San Pedro Sula, Olancho, Camayagua.