La luz regresó el lunes a Argentina, Uruguay y Paraguay después de un apagón masivo que afectó a decenas de millones de personas, pero las autoridades seguían en la oscuridad sobre las causas del colapso en la red interconectada, mientras calculaban los daños causados por el desastre sin precedentes.
El presidente argentino, Mauricio Macri, prometió una investigación exhaustiva del apagón, que planteó interrogantes sobre la seguridad de la red eléctrica de América del Sur, que conecta a muchos de los países más grandes de la región.
Las autoridades de energía dijeron que los resultados de la investigación estarían disponibles entre 10 a 15 días y que no podían dar detalles inmediatos sobre el impacto económico del apagón, que se produjo el domingo, cuando se celebraba el Día del Padre en Argentina.
El secretario argentino de Energía, Gustavo Lopetegui, dijo a Radio La Red que no es posible plantear una hipótesis sobre lo qué pasó porque no se cuenta con “la información necesaria» pero subrayó que de “hay cero posibilidades de que vuelva a repetirse».
Lopetegui señaló que lo que sí se sabe es que se produjo una falla en la zona del litoral, en el noreste del país, “en un momento en el que el sistema estaba recibiendo mucha energía» y destacó que en 14 horas las autoridades lograran “tener al país reconectado».
El funcionario señaló que las inversiones que se han realizado en los más de tres años del gobierno de Macri “fueron muchas y muy cuantiosas».
“Antes se cortaba la luz porque faltaba y hoy porque hubo un suceso de eventos pero que aún no sabemos la causa», dijo Lopetegui. El secretario apuntó que cuando Macri asumió a fines de 2015 “la medida de reserva (energética) era de 1,5% y los estándares internacionales hablan del 10%” y el día del apagón “estábamos en el 15% de reserva».
Lopetegui no precisó cuál ha sido el daño económico que produjo el corte energético.
La víspera el funcionario había señalado que el apagón comenzó con una falla en el sistema de interconexión del país, algo relativamente normal que también ocurrió en otros países.
Indicó que “esa falla no es algo anormal… lo que sí es extraordinario, y que no debe suceder, es la cadena de acontecimientos posteriores, que causaron la desconexión total”. Explicó que esta última se produce de manera automática a través de computadores cuando detectan desequilibrios que podrían causar un daño mayor.
El colapso comenzó alrededor de las 7 de la mañana del domingo. La población argentina, de 44 millones de personas, y residentes de varias zonas de las vecinas Uruguay y Paraguay despertaron sin electricidad.
El transporte público se paralizó en Buenos Aires, mientras que las comunicaciones telefónicas y de internet se interrumpieron. También se cortó el suministro de agua y las tiendas se vieron obligadas a cerrar. Se instó a los pacientes que dependen de equipos médicos domiciliarios a que acudieran a hospitales con generadores.
Cuando Macri llegó al poder a fines de 2015 prometió reinvertir y terminar con lo que llamó la fallida política energética de sus antecesores.
Los subsidios a la energía se habían intensificado durante la gestión de la presidenta Cristina Fernández (2007-2015) y las tasas de energía se habían mantenido en gran parte congeladas.
La red eléctrica no estaba en buen estado, con subestaciones y cables que no se habían actualizado. Las interrupciones se hicieron comunes, especialmente durante los cálidos meses de verano en Argentina.
Tras las reformas emprendidas por Macri hubo algunas mejoras y los apagones se redujeron, pero después del masivo corte del domingo el líder conservador fue blanco de las críticas.
“Millones de argentinos que han debido pagar sumas siderales en tarifas con las que se benefician los amigos del poder aún esperan que la energía vuelva a sus hogares. Hace solo seis días se jactaban de ‘exportar energía’. Devuelvan la luz a las casas de los argentinos”, dijo en su cuenta de Twitter, Alberto Fernández, precandidato presidencial de centroizquierda y principal rival de Macri de cara a las elecciones de octubre.
La energía fue restaurada completamente el domingo por la noche, pero el apagón provocó preguntas sobre las medidas preventivas en Argentina y la falta de inversión en el sistema eléctrico, en momentos en que el país atraviesa por una crisis económica con una inflación en alza, la caída de la moneda local y un aumento de las facturas de los servicios públicos, impulsado por las reformas y medidas de ajuste ordenadas por Macri.
El conservador presidente ha visto caer sus índices de popularidad durante una crisis caracterizada por una de las tasas de inflación más altas del mundo y una pobreza que ha alcanzado a un tercio de la población. Los argentinos también están frustrados con los altos costos de los servicios públicos y el apagón podría desencadenar más protestas contra el gobierno.
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Los periodistas de The Associated Press Almudena Calatrava en Buenos Aires, Patricia Luna en Santiago, Chile, y Natalie Schachar en Ciudad de México contribuyeron para este despacho