En el estado Lara reina la anarquía ante la mirada complaciente de las autoridades regionales. Desde que llegó la gestión “socialista”, la entidad se convirtió en una máquina, controlado por pupilos de la revolución que saben mover sus hilos para controlar las necesidades del ciudadano.
A parte de la escasez de agua, gasolina y racionamientos eléctricos improvisados, en la región se ha intensificado los reclamos por falta de gas doméstico. Tratar de comprar una bombona por caminos regulares y no tener que pagar a revendedores, es una odisea. En Lara, las cocinas pasaron a ser un adorno en las viviendas, mientras que cocinar en leña forma parte de la cotidianidad.
En Barquisimeto, los ciudadanos han denunciado que los conductores de las empresas de gas domésticos están vendiendo las bombonas a domicilio entre 8 y 10 dólares. Es decir, los barquisimetanos deben disponer de un salario y medio de su jornada laboral para solamente comprar una bombona de gas.
Algunos conductores justifican esta medida porque aseguran, al igual que muchos venezolanos, deben buscar otra entrada para poder paliar la crisis económica que ha sumergido el régimen de Nicolás Maduro al país durante su gestión como “gobernante”.
Uno de los choferes, quien pidió no ser mencionado por temor a represalias, informó para la redacción de elimpulso.com que las fallas de distribución del gas doméstico en Lara van desde “la paralización del parque automotor de las unidades, el pago deficiente a los empleados de esta industria, hasta la falta de bombonas para su comercialización”.