Al menos 25 personas resultaron heridas el jueves en Honduras cuando la policía intentó desalojar violentamente a miles de médicos y maestros que bloquearon las principales calles de Tegucigalpa y provocaron algunos disturbios.
«Los lesionados son manifestantes y policías», dijo Marcio Moncada, médico de la Cruz Roja, a The Associated Press. Todos fueron trasladados a hospitales públicos.
Numerosos manifestantes intentaron penetrar a las instalaciones del aeropuerto internacional Toncontín, al sur de la capital, para huir de los gases lacrimógenos lanzados por la policía.
Aeropuertos de Honduras, la empresa que administra Toncontín, expresó en un comunicado que evacuó temporalmente a la pista a los pasajeros y empleados para que no resultaran afectados por los gases. Informó que «para evitar inconvenientes» desvió a la ciudad cercana de San Pedro Sula los vuelos de tres líneas aéreas, dos de Estados Unidos y una de Panamá. United Airlines venía de Miami, Delta de Atlanta y Copa de Ciudad de Panamá.
La Plataforma en Defensa de la Salud y Educación convocó a la protesta para exigir al gobierno la derogación de dos decretos presidenciales que supuestamente generarían despidos masivos de empleados públicos sin indemnización y la privatización de los hospitales estatales.
El ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, aseguró en rueda de prensa que «eso es falso, no privatizaremos nada ni despediremos a nadie».
El gerente del Consejo de la Empresa Privada, Santiago Herrera, estimó en 800.000 dólares las pérdidas por cada día de protesta.
Los maestros y docentes son apoyados en sus pretensiones por estudiantes, padres de familia y sindicatos.
Las universidades, colegios y escuelas de la capital cerraron sus puertas en Tegucigalpa y muchos lugares del territorio hondureño.
En la localidad de Orica, al norte de Tegucigalpa, un hombre se abrió paso en su vehículo tras sacar una pistola y mostrarla a los manifestantes, que bloqueaban la carretera.
En Villanueva, sobre el Atlántico, al norte de Honduras, los manifestantes obligaron al chofer de un camión a arrojar a una carretera la arena que transportaba. Una patrulla policial fue incendiada por los maniestantes cuando circulaba por el Anillo Periférico de la capital, luego que sus cuatro ocupantes huyeron del lugar
El ministro de Educación, Arnaldo Bueso, sostuvo que «estamos anuentes al diálogo con los líderes de la protesta, pero ellos se resisten a hacerlo».
La presidenta del Colegio Médico, Suyapa Figueroa, dijo en rueda de prensa que «el gobierno tiene dos máscaras, una que muestra en público y otra que oculta, porque está dispuesto a privatizar los hospitales, y eso afecta al pueblo pobre».