Director: Philipp Stozi Guión: Noah Gordon
Antes que la anestesia existiera las personas se enfermaban. Antes que se removiera por primera vez la apendicitis, (1735, Londres) y que Leonardo Da Vinci (1492) la describiera en la anatomía, las personas morían de ese dolor.
La película El Médico (The Physician), basada en el best-seller homónimo de Noah Gordon (1986) no habla de la apendicitis aunque dicho dolor y muerte origino toda la trama, y menos de la anestesia, aunque en la misma se describe como era en la edad media: Opio (marihuana) y mandrágora (la planta de las brujas, que por llevarla en su vestido ahorcaron a Juana de Arco).
Es un film ambientado en Inglaterra en el siglo XI, narra la historia de Rob Cole (Tom Payne, Jesús en the walking Dead) un joven que se queda huérfano al morir su madre víctima de una extraña enfermedad (caso grave de enfermedad del costado, hoy apendicitis), fortuitamente pasa a ser el ayudante-aprendiz de Henry Croft (Barber), un hombre que lo hace recorrer Inglaterra con espectáculos de malabarismo para atraer público a su negocio de cirujano-barbero, donde realiza pequeñas curas y vende un brebaje cúralo todo, pero el encuentro con Benjamin Merlin, un médico judío cuyas habilidades curativas lo sorprenden profundamente, le anima a convertirse en médico, impulsado por su pasión por aprender a sanar, Rob decide viajar a Ispahán, Persia, donde enseña el mejor médico de la época: IbnSina. Para llegar a su destino, debe atravesar toda Europa y vivir aventuras que jamás habría imaginado: hacerse pasar por judío, hacer nuevas amistades con gente que no comparte ni su lengua, ni sus creencias, ni sus costumbres, un mochilero de hoy pues.
En El Medico se destaca como eje central el don de Rob de percibir si alguien está próximo a la muerte con solo tocar su pecho. Gerald Loe en su libro “El Don de Sanar” (lo recomiendo leer pues es un manual de cómo conseguir ser sanador) nos dice que todo ser humano posee la energía de curación, lo llama fuerza curativa, otros curación magnética, espíritu santo, buda, en la primera epístola a los corintios 12, San Pablo enumera los dones del espíritu, entre ellos, el de sanar. Gerald Loed escribe que cualquier persona que se preocupe por los demás puede recibir y usar estas capacidades, para ello el manejo de sus energías y pensamientos adecuados, concentrarse en la salud y no en la enfermedad son primordiales, y en el film la necesidad de ayudar y conectarse con la vida y dar vida de Rob es lo que le permite recibir ese don y atreverse a enfrentar las mas insospechadas travesías para ser médico.
Ahora bien, hoy el tema salud en nuestro país es una travesía tan igual a la de Rob en el film, eso nos obliga a hacer una mirada al inicio de la medicina desde aquellos días de extraños brebajes hasta el “Manual de Medicina de Harrison”, de manera que podamos no solo tener herramientas paliativas sino de prevención. Erick Rolf en su libro “La Medicina del Alma (otro libro recomendado) “hace una demostración de las enfermedades y su relación directa al cómo se piensa, se alimenta y con quien usted se relaciona, y las mismas las vincula con comportamientos emocionales. Es la base psicosomática de la enfermedad antes que aparezca algún síntoma nos dice. Habla del código secreto del cuerpo, describe órgano por órgano la parte específica de nuestra vida con la que el órgano está relacionado metafórica y psicosomáticamente. Es decir, en estos tiempos de crisis de odios, desesperanzas, frustraciones y desencuentros por el tema social, político y económico aquí al igual que en el film encontrara respuestas de lo que su alma y cuerpo hoy adolece y lo mejor como puede manejarlo sin ser el médico.
Fritz Márquez
@fritzmarquez360