Después de casi cuatro años de no publicar cifras oficiales, el Banco Central de Venezuela, finalmente dejó en evidencia la profunda debacle de la economía venezolana al reconocer que el Producto Interno Bruto registró una fuerte caída en el tercer trimestre del 2018.
El Banco Central informó que el PIB cayó 22,5% en el período de julio-septiembre del año pasado en comparación con el tercer trimestre de 2017.
Para el segundo trimestre de 2018, en tanto, se reportó una caída de 17,6%, informó la institución.
El sector petrolero, motor de la economía venezolana, se contrajo 25,8%, mientras que el resto de la economía se redujo 22% en el tercer trimestre de 2018.
Las actividades no petroleras, por su parte, fueron impactadas principalmente por la caída en el área manufacturera y de la construcción que se ubicó en 46,1% y 67,9%, respectivamente.
El sector de comercio y servicios de reparación registraron un retroceso de 42,3%, mientras que las instituciones financieras y de seguros cayeron 52,5%.
Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) la economía venezolana se replegó 18% el año pasado, lo que llevó su caída acumulada entre 2013 a 2018 por encima del 50%.
El FMI estima que la economía del país se contraerá este año en una cuarta parte, una cifra catastrófica considerando que Venezuela ya ha perdido más de la mitad de su producto interno bruto en los últimos años. Además se calcula que la inflación llegará a una tasa de 10.000.000%.
Las cifras del Banco Central divulgadas el martes señalaron que la inflación acumulada en 2018 fue de 130.060%, mientras en el 2017 se ubicó en 862,16%. Esas cifras, empero, difieren considerablemente del cálculo que, de manera independiente, realizó la Asamblea Nacional de Venezuela estimando la inflación al cierre de 2018 en 1.698.000%.
Después de que el Banco Central dejara de publicar periódicamente cifras oficiales de la inflación en 2016, la Asamblea Nacional asumió esa tarea en enero de 2017. Desde hace una década, el régimen chavista tampoco autorizó al FMI realizar una revisión anual de sus indicadores económicos, a la que están obligados todos sus países miembros.
Venezuela está sumida en la peor crisis económica de su historia luego de dos décadas de gobiernos socialistas, la cual está signada por una hiperinflación, la escasez de productos básicos como alimentos y medicinas y una profunda recesión que ha obligado a muchos venezolanos a emigrar.
Según cálculos de Naciones Unidas, más de 3,3 millones de venezolanos han abandonado el país desde 2015.