La siembra de 2,5 millones de hectáreas en un ciclo normal en la agricultura venezolana, requiere de una inversión de US$ 1.500 millones, incluyendo a la ganadería, aseguró el vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Agricultores (Fedeagro), Celso Fantinel.
Advierte que con la invesión de estos recursos, se estarían resolviendo muchos de los problemas que en estos momentos enfrenta el sector primario de la economía, lo que ha contribuido a una caída continuada de la producción nacional en los últimos años, lo cual se refleja en la grave escasez de alimentos y en el encarecimiento de los precios.
Asegura que la crisis económica que vive el país, las fallas en el suministro de electricidad, la falta de combustibles, de insumos básicos , ha generado un retroceso en el sector de más de 45 años en cuanto a la producción agrícola nacional.
Advierte el dirigente gremial, que la situación no solo es de escasez de lubricantes y electricidad, también faltan tractores, repuestos, agroinsumos, fertilizantes y agroquímicos para rubros que son esenciales como el maíz, el arroz, sorgo , caña de azúcar, café y hortalizas, asegurando que las cosechas del año pasado, fueron similares a las que se obtuvieron en los años 1970-1975.
Fantinel afirmó que la situación que en estos momentos vive el campo venezolano, es la peor que se ha vivido en toda su historia, ratificando que el Ejecutivo los insumos que ha traído los ha entregado a empresas afectas al régimen, mientras que a los afiliados a organizaciones como Fedeagro, nos han dejado por fuera a pesar de que producimos el 80% de los alimentos que consumen los venezolanos.
Ratificó Fantinel en entrevista televisiva, que en estos momentos, como consecuencia de la escasez de combustible, muchos productos se están quedando en el campo, y con esta situación los más afectados son los consumidores, de allí que recomienda buscar soluciones urgentes para lograr que los alimentos puedan ser transportados desde los campos venezolanos, hasta los centros de consumo.