Más de 50 personas fueron asesinadas en ataques realizados por una milicia en varias aldeas del inestable noroeste de la República Centroafricana, cerca de la frontera con Chad, informó Naciones Unidas este jueves.
La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana, MINUSCA, condenó los ataques perpetrados el martes, y los miembros del grupo de pacificación realizan “patrullajes en las inmediaciones de la prefectura de Ouham Pende”, en donde se llevaron a cabo los asesinatos, informó el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.
El gobierno emitió un ultimátum al líder del grupo paramilitar conocido como 3R, pidiéndole que entregue a los responsables de la masacre.
El portavoz del gobierno, Ange-Maxime Kazagui, dijo que el grupo actuó en represalia en contra de varias comunidades en la prefectura de Ouham Pende después de un incidente en el que un hombre fue asesinado.
Lucien Mbaigoto, legislador del área, dijo que los combatientes no han respetado los acuerdos de paz que firmaron sus líderes, incluyendo uno apenas en febrero pasado.
Grupos defensores de los derechos humanos han responsabilizado a 3R de asesinar y violar civiles desde 2015.
Se prevé que el sábado se despliegue en las zonas afectadas una misión conjunta de MINUSCA, el gobierno, la Unión Africana y la Comunidad Económica de los Estados de África Central a fin de “atenuar las tensiones, brindar asistencia a las víctimas y personas desplazadas, y reforzar a las comunidades”, dijo el Dujarric.
Agregó que MINUSCA y el gobierno también entablan un dialogo a nivel local “para atenuar las tensiones y evitar una respuesta por anti-Balaka”, un grupo de milicias conformado en su mayoría por cristianos y personas que se apegan a las creencias animistas tradicionales.
