Niki Lauda, quien conquistó tres títulos de la Fórmula Uno, incluidos dos después de un espeluznante accidente que le provocó graves quemaduras, ha fallecido, informaron familiares y un médico. Tenía 70 años.
Originalmente, la Agencia de Prensa Austríaca citó un comunicado de la familia de Lauda, en el que se indicaba que el expiloto “falleció en paz” el lunes.
Walter Klepetko, un médico que el año pasado le realizó a Lauda un trasplante de pulmón, comentó el martes: “Niki Lauda ha fallecido, tengo que confirmar eso”.
Lauda ganó el campeonato mundial de pilotos de la F1 en 1975 y 1977 con Ferrari, y en 1984 con McLaren.
En 1976, sufrió quemaduras serias tras estrellarse durante el Gran Premio de Alemania, pero se recuperó con una rapidez asombrosa y volvió a correr apenas mes y medio después.
Siguió estrechamente involucrado con la F1 tras su retiro como piloto en 1985. Durante años recientes, fungió como presidente no ejecutivo de la escudería Mercedes.
También después de su carrera de piloto se destacó como emprendedor en la industria de la aviación.
“Sus éxitos sin igual como deportista y empresario son y seguirán siendo inolvidables”, destaca el comunicado de la familia. “Su estilo incansable, su sinceridad y su valor siguen siendo un ejemplo y un estándar para todos nosotros. Fuera de la escena pública, él era un amoroso y atento marido, padre y abuelo. Lo extrañaremos mucho”.
Nacido el 22 de febrero de 1949, en una adinerada familia de industriales en Viena, Nikolaus Andreas Lauda pudo haber seguido los pasos de su padre en una empresa fabricante de papel. En vez de ello, concentró sus talentos de negocios y su determinación en sus sueños de ser piloto de autos.
Él mismo financió los albores de su carrera, con ayuda de algunos préstamos. Fue ascendiendo desde la Fórmula 3 y 2. Debutó en la F1 para la escudería March en el Gran Premio de Austria de 1971, y consiguió sus primeros puntos dos años más tarde, al llegar quinto con el equipo BRM en Bélgica.
Lauda se incorporó a Ferrari en 1974 y ganó su primer Gran Premio en ese año, en España. A la campaña siguiente se apoderó de su primer campeonato de pilotos, con cinco carreras ganadas.
Enfrascado en una dura competencia con el británico James Hunt de McLaren, Lauda se presentó en la pista para defender su cetro en 1976, cuando se estrelló en la pista de Nuerburgring, durante el Gran Premio de Alemania. Varios pilotos frenaron y salieron de sus bólidos, en un intento por sacar al austríaco de su auto en llamas.
Pero el accidente le dejó cicatrices de por vida. La gorra de béisbol que Lauda usaba casi siempre en público para ocultar algunas de las quemaduras se convirtió en parte de su imagen emblemática.
“Pienso que el mayor daño que sufrí fue en los pulmones, por inhalar todas las flamas y el humo mientras estuve sentado en el auto por unos 50 segundos”, rememoró Lauda casi una década después. “Eran algo así como 800 grados”.
Lauda estuvo en coma por un tiempo. “Por tres o cuatro días estuve a punto de irme”, relató.
“Luego, mis pulmones se recuperaron y se me hicieron injertos de piel. Y básicamente aquello pasó”, añadió. “Fui realmente afortunado en cierto modo por no sufrir otros daños. Así que la duda en aquel entonces era si yo podría conducir otra vez, porque desde luego que no iba a ser fácil regresar tras una carrera como ésa”.
Lauda volvió seis semanas después y finalizó cuarto en Monza, tras sobreponerse a sus temores iniciales.
Recuerda haber “temblado de terror” cuando metió la segunda velocidad en el primer día de las prácticas.
“No puedo manejar”, pensó.
Al día siguiente, “comencé lentamente, en busca de recuperar los sentimientos, especialmente la confianza de que era capaz de conducir estos autos de nuevo”, contó.
El resultado fue un fortalecimiento notable en su confianza.
Y después de cuatro o cinco carreras, “básicamente yo había superado el problema de tener un accidente, y todo volvió a ser normal”, dijo.
Obtuvo su segundo campeonato en 1977, antes de mudarse a Brabham y retirarse en 1979, con el fin de fundar su aerolínea, Lauda Air. Declaró entonces que “no quería volver a correr en círculo nunca más”.
Pero salió del retiro en 1982, luego de una oferta de McLaren que era colosal para aquella época. Habría llegado a tres millones de dólares anuales.
Finalizó quinto en el año que marcó su retorno y décimo en 1983. Pero un año después conquistó cinco carreras y superó al francés Alain Prost, su compañero de escudería, para lograr su tercer cetro.
Al año siguiente se retiró en definitiva, bajo el argumento de que necesitaba más tiempo para dedicarlo a su negocio en la aerolínea.
Lauda Air, que era originalmente una línea de vuelos fletados, se expandió en la década de 1980 para ofrecer viajes a Asia y Australia. En mayo de 1991, un Boeing de Lauda Air se estrelló en Tailandia, luego que uno de los inversores de impulso de la turbina se desplegó durante el ascenso. Murieron 213 pasajeros y 10 tripulantes.
En 1997, la vieja rival Austrian Airlines compró una participación minoritaria de Lauda Air. En 2000, cuando su compañía reportaba pérdidas, Lauda renunció como presidente del consejo de administración, luego que una auditoría externa criticó la falta de control financiero sobre los negocios que se hacían en divisas extranjeras.
Más tarde, Austrian Airlines tomó el control total de la empresa.
Lauda fundó una nueva aerolínea, Niki, en 2003. Air Berlin tomó una participación minoritaria y luego asumió el control total de aquella aerolínea, recomprada por Lauda a comienzos de 2018.
Lauda se asoció con la aerolínea de bajo presupuesto Ryanair para crear la sucesora de Niki, LaudaMotion.
En años recientes, Lauda forjó una relación estrecha con el piloto Lewis Hamilton, quien se unió a Mercedes en 2013. Con frecuencia, elogiaba a Hamilton en público, y le daba consejos al británico.
El austríaco intervino también como mediador en Mercedes cuando Hamilton se enfrascó en una disputa con su excompañero en Mercedes, Nico Rosberg, con quien disputó el título de 2014 a 2016.
Lauda se sometió dos veces a trasplantes de riñones. En 1997 recibió un órgano donado por su hermano y en 2005 se le realizó el mismo procedimiento, con un riñón extraído a su novia.
En agosto del año pasado, se sometió a un trasplante de pulmón que, de acuerdo con el Hospital General de Viena, era necesario por “un padecimiento grave”, sin dar detalles.
A Lauda le sobrevive su segunda esposa Brigit y sus hijos mellizos Max y Mia. De su primer matrimonio nacieron otros dos hijos, Lukas y Mathias, hoy adultos.