El racionamiento de agua en el estado Lara lleva más de 10 años, pero desde que llegó la gestión “perfecta” de Carmen Meléndez a la gobernación se acrecentó. La autoridad regional en conjunto con la hidrológica de la entidad aplican la famosa política de “camellos”, con cronogramas que incumple y obligando a los larenses a permanecer estáticos por horas frente a cualquier grifo de su vivienda.
Aparte de esta calamidad, los larenses han tenido que observar cómo este líquido se desperdicia a cántaros debido a la desidia del ente responsable en atender la problemática: Hidrolara.
En varios sectores de Barquisimeto la cantidad de litros de agua blanca se pierden, en su gran mayoría, producto de la ruptura de un tubo matriz que nunca es arreglada por las autoridades correspondientes.
Un ejemplo de ello, es el bote de agua sin reparo que existe en un centro de bombeo de Hidrolara, ubicado en la calle 5 de la urbanización Las Mercedes, Sector el Urano. Desde varias semanas las calles están inundadas de agua, provocando criaderos de zancudos y amenazando la infraestructura de cada vivienda adyacente.