Se ha agravado el riesgo para quienes acuden a parir, a los niños y para el personal que labora en la Maternidad Concepción Palacios, en Caracas, transcurrido más de un mes después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) les otorgara medidas de protección urgentes a afirmaron hoy las organizaciones solicitantes de las medidas.
Advierten que desde que fueron otorgadas las medidas de protección urgentes, el 19 de marzo, cuatro mujeres pacientes de la Maternidad Concepción Palacios fallecieron tras haber presentado hemorragias y no poder recibir la atención médica que requerían debido a la falta de hemoderivados (glóbulos, plaquetas, plasma), situación que se produce por la falta de operatividad adecuada del banco de sangre de la Maternidad.
Si se tiene en cuenta que a lo largo de todo 2018 las organizaciones lograron documentar la muerte de 15 mujeres en este hospital público, la nueva realidad muestra cómo el riesgo para las mujeres se ha incrementado sin que el Estado asuma las obligaciones que le corresponden, aún más después del otorgamiento de las medidas.
Así mismo, el riesgo derivado de la falta de operatividad adecuada se ha agravado en las últimas semanas, debido a los constantes apagones del país, que no solo impactan el suministro de energía eléctrica sino también de agua potable.
Si bien la Maternidad Concepción Palacios cuenta con una planta eléctrica para enfrentar los apagones, ésta solo garantiza el suministro para una parte del hospital. Por otro lado, la energía que produce la planta no alcanza para bombear agua a las partes altas del centro médico, en donde están ubicados prácticamente todos los servicios, por lo cual es muy común que el personal de salud no tenga la posibilidad de lavarse las manos adecuadamente para brindar la atención.
Si a esto se le suma que el hospital no garantiza el suministro de productos de limpieza, desinfección ni esterilización, es evidente el riesgo de salud al que se exponen las mujeres, los recién nacidos y el mismo personal que allí trabaja.
Como si esto fuera poco, existe una falla en el manejo de las aguas servidas, lo cual agrava la situación de insalubridad de la Maternidad y obliga a que constantemente los servicios deban ser suspendidos.
Este es apenas un reflejo de la situación general del hospital que ha visto reducida su capacidad de operación en más del 50 por ciento. Según las organizaciones que solicitaron y a las que les fueron otorgadas las medidas de protección urgentes para la Maternidad Concepción Palacios, en el primer trimestre de 2018 se atendieron 850 partos, mientras que en el mismo periodo de 2019, solo 425.
Toda esta información ha sido aportada por las organizaciones a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el marco del 172 periodo de sesiones del organismo que justamente hoy está revisando el cumplimiento de las diferentes medidas de protección urgentes que, por diferentes temas, le ha otorgado recientemente a Venezuela.
En la audiencia, las organizaciones han hecho énfasis en que si bien las mujeres que son atendidas en la maternidad enfrentan unos riesgos particulares, también hay que preguntarse por los riesgos que enfrentan todas aquellas a las que se les deja de atender como es debido por la falta de capacidad, insumos y recursos.
Es inaceptable que a mes y medio del otorgamiento de las medidas de protección, persista una falta absoluta de respuesta por parte del Estado de Venezuela que no ha coordinado con las peticionarias ni con el personal de salud las medidas que deben ser adoptadas urgentemente para evitar que más mujeres y recién nacidos sigan muriendo, aseguran las peticionarias. La crisis política del país no es una excusa para que el Estado incumpla con sus obligaciones en materia de salud para las mujeres, especialmente tras el otorgamiento de las medidas.