El peso argentino aceleró desde el jueves su depreciación en medio de la creciente incertidumbre electoral y la desconfianza de los mercados hacia la gestión económica del presidente Mauricio Macri, quien busca su reelección.
El dólar cerró a 45,90 pesos por unidad después de haber tocado los 47,50 pesos en las primeras horas de operaciones y alcanzó así su máximo histórico, según el estatal Banco de la Nación Argentina. La víspera la divisa estadounidense cotizó a 44,90 pesos.
Economistas resaltaron que además de la incertidumbre por el resultado de las elecciones de octubre, el dólar se fortalece a nivel global, siendo el peso argentino una de las monedas de países emergentes que se deprecian con mayor intensidad por la desconfianza creciente en el país.
Marcelo Trovatto, de la consultora Pronóstico Bursátil, afirmó a The Associated Press que hay “un repudio al peso por la desconfianza que genera una eventual reelección de Macri como una eventual candidatura de (su antecesora) Cristina Fernández” (2007-2015).
Según el analista, el dirigente conservador que llegó a la presidencia a fines de 2015 “ha perdido credibilidad ante los mercados porque no la logrado cumplir las expectativas en gestión de la economía” y por otro lado Fernández genera temor debido a sus políticas intervencionistas y populistas.
La exmandataria peronista y actual senadora es la opositora con mejor intención de voto en las encuestas y aunque no anunció su candidatura -para lo cual tiene margen hasta junio- esta es dada por hecho en su entorno. Según algunos sondeos, en una eventual segunda vuelta, la exmandataria podría derrotar a Macri.
“Hoy lo que ha pasado es que han dudado, de nuestra convicción de seguir en este camino, dudan que si los argentinos están pensado en volver atrás”, evaluó el presidente Macri en diálogo con una radio tras el cierre de los mercados. “Quiero decirle al mundo que hay una enorme mayoría de argentinos que no quieren volver atrás, que quieren ir hacia el futuro”, enfatizó.
El mandatario confirmó el rumbo de su programa económico y destacó que “esto que hicimos es lo mismo que han hecho Uruguay, Paraguay, Chile, Brasil, Perú, todos los países que ya no tienen inflación… Si todos estos países lo logaron nosotros también pero lleva un tiempo”.
Guillermo Nielsen, exsecretario de Finanzas, explicó que “el problema mayor del gobierno es esencialmente político y debería hacer una convocatoria a otras fuerzas políticas que pongan el hombro para dar una vuelta” a este escenario de “falta credibilidad”, todo un reto en momentos de disputa electoral.
Macri reiteró que buscará la reelección en medio de versiones que apuntan a que en el seno del poder se baraja que sea la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, la candidata del oficialismo. La funcionaria es la dirigente política con mejor imagen en el país, de acuerdo a encuestas.
“Quiero que estén tranquilos, que sepan estamos haciendo lo que hay que hacer”, insistió Macri.
Trovatto indicó que en este contexto de “pánico por la incertidumbre”, el mercado sabe que “el tipo de cambio debería estar más cerca de los tres dígitos” y “se anticipa”, y que los grandes fondos se desprenden de títulos de deuda argentinos por miedo a un cese de pagos.
La víspera se produjo una salida masiva de inversores locales de las acciones y bonos, lo que derrumbó sus cotizaciones, mientras se aceleraron la devaluación y el riesgo país.
La aceleración de la pérdida del valor de la moneda reaviva los fantasmas de 2018, cuando el peso sufrió una devaluación de en torno a 51% en medio de una crisis cambiaria que obligó al gobierno a solicitar al Fondo Monetario Internacional un crédito por más de 56.000 millones de dólares, el mayor otorgado por el organismo en su historia.
A fines del año pasado el Banco Central había logrado frenar la escalada del dólar -divisa de ahorro y refugio de los argentinos en tiempos de crisis- que desde mediados de febrero viene en ascenso.
Analistas también consideraron un “fracaso” la reciente medida del Banco Central de congelar la banda cambiaria para que el dólar cotice hasta fin de año entre 39,75 y 51,45 pesos.
El gobierno teme que la devaluación del peso se traslade a los precios y recaliente la inflación, lo que incidiría negativamente en las posibilidades de reelección de Macri, quien según analistas podría lograr una victoria siempre y cuando la economía de un respiro a los argentinos.
La caída de la imagen de Macri se ha agudizado en los últimos tres meses a partir de un aumento del costo de vida y la recesión. La inflación en marzo fue de 4,7% respecto del mes anterior y en el último año acumuló un 54,7%, una de las más altas del mundo.
La última decisión del gobierno de congelar los precios de más de 60 productos esenciales ha sido tomada con escepticismo por analistas y el público en general, que no la consideran una solución de fondo.