Arribamos a los 209 años de la Proclamación de nuestra Independencia producida el jueves santo del 19 de abril de 1810, cuando se desconoció el mandato del Capitán General Vicente Emparan, el máximo representante de la Corona Española. Conmemoramos el hecho gestado en el Ayuntamiento de Caracas que marcó el inicio de la lucha por la liberación del dominio español, con el establecimiento de una Junta autónoma de gobierno que daría inicio a una gesta de carácter civil.
El fin consistía “principalmente el de atender a la salud pública de este pueblo que se halla en total orfandad”, tal quedó asentado en el Acta que “tuvo a bien formar un cabildo extraordinario sin la menor dilación, porque ya pretendía la fermentación peligrosa en que se hallaba el pueblo con las novedades esparcidas, y con el temor de que por engaño o por fuerza fuese inducido a reconocer un gobierno ilegítimo”.
Se invitó a la concurrencia al Mariscal de Campo Emparan, como su presidente. Un vecindario congregado se levantó a los gritos y aclamaciones, aclamando con su acostumbrada fidelidad al señor Don Fernando VII y a la soberanía interina del mismo pueblo. Emparan que marchaba a la Catedral, convino en retroceder al Ayuntamiento.
El clérigo José Cortés de Madariaga le exigió su renuncia para que el mando pase a una “Junta Suprema conservadora de los derechos de Fernando VII”, integrada por distinguidos criollos. Rechazó la propuesta arguyendo que la mayoría del pueblo lo apoyaba. Para confirmarlo salió al balcón y se produjo el divulgado acto reseñado en toda historia.
Salió al balcón de lo que hoy es la casa amarilla, para preguntar a los caraqueños congregados en la Plaza Mayor si estaban contentos con su mando y deseaban que continúe su gobierno. Detrás suyo Madariaga hizo gestos y agitó las manos consiguiendo que los pobladores gritaran: “¡No lo queremos! ¡Fuera!”.
Indignado y resentido Emparán respondió: “¡Pues yo tampoco quiero mando!”. El mismo día renunció y dos días después se marchó a España.
Los independentistas habían obtenido su primera victoria sin derramar una gota de sangre.
No se trata del primer movimiento emancipador. Otro 19 de abril, pero de 1749 se dio la liderada por Juan Francisco de León contra dominio monopolístico de la Compañía Guipuzcoana.
El 10 de mayo de 1795, a 13 años antes del Abril de 1810, ocurrió la insurrección de negros y zambos acaudillada por José Leonardo Chirino en la hacienda Macanillas, Curimagua, de la sierra de Coro. Se considerada la primera por nuestra independencia y génesis de la Americana. Prometía aplicar la *Ley Francesa: *establecer una República democrática; abolir esclavitud; suprimir tributos pagados por indígenas, la alcabala y eliminación de aristocracia blanca.
Dos años después de la sublevación José Leonardo (1797) surgió en Caracas y La Guaira el movimiento de Manuel Gual y José María España, con proclamación de los derechos del hombre (igualdad, fraternidad, libertad y propiedad), lo que contribuiría a la eliminación de clases sociales por parte de la República.
Siguen las expediciones de Francisco de Miranda. En la de 1806, dispuso de 3 barcos y la mayoría de tripulantes eran norteamericanos. Intentó desembarcar en Ocumare de la Costa, pero buques españoles lo impidieron. En 1808 desembarcó en La Vela de Coro. En buque Leander traía imprenta en la cual editó proclamas que incitaban a combatir por libertad e independencia.
Ese mismo año estalló en Caracas la Conspiración de los Mantuanos, por una Junta que rigiese los destinos de la Capitanía General de Venezuela. Todo condujo al golpe cívico militar que fue aquel 19 de abril por la Independencia.
AL MARGEN: «Fusil al hombro, listos para defender la patria, con disciplina militar», ordenó quien usurpa el Poder a efectivos armados que sostiene al depravado régimen. Lo hizo en detrimento de la FAN cuyo titular aplaudía a banda de milicianos que recién negaba.
Alberto Jordán Hernández