Este martes será el Día Mundial del Libro y el Idioma, muy difícil de celebrar con alegría en Venezuela por la crisis económica que ha cerrado librerías y la impresión de volúmenes por la falta de papel e insumos. La fecha es muy oportuna para la reflexión sobre la importancia del libro, en particular para quienes consideramos la unión del libro y el idioma, una llave fundamental para el conocimiento.
También para el entretenimiento, porque un buen libro, como dice el escritor Ángel Rivero, es capaz de emocionarnos “como El Viaje de Simbad El Marino, encerrada en los colores vivos de un libro, que nos hace escuchar las olas del mar, con sólo cerrar los ojos”.
La celebración de este día fue una decisión espontánea tomada en la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, celebrada en 1995 en París, para rendir homenaje universal a los libros y los autores.
La idea original de la celebración del Día del Libro nació en Cataluña, del escritor Vicente Clavel Andrés quien la propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona en 1923 y aprobada por el rey Alfonso XIII de España en 1926. El 7 de Octubre de 1926 fue el primer Día del Libro, poco después, en 1930, se instaura de manera definitiva el 23 de abril como Día del Libro.
El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. También un 23 de abril nacieron –o murieron– otros escritores eminentes como Maurice Druon, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue escogida por la Conferencia General de la Unesco para rendir homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural.
El Día del Libro fue propuesto por la Unión Internacional de Editores (UTE), y presentado por el gobierno español a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). En 1995, se aprobó proclamar el 23 de abril de cada año el «Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor “y el día del libro se convirtió en una fiesta mundial de exposiciones, ferias y otros eventos.
El Día del Idioma Español es una conmemoración organizada por el Instituto Cervantes para celebrar la importancia del español como lengua internacional, que cuenta con más de 450 millones de hispanohablantes en el mundo.
El Día del Idioma es un homenaje a la memoria del gran escritor español Miguel de Cervantes Saavedra, quien contribuyera al engrandecimiento de la lengua española por su obra maestra «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha». Esta novela, publicada en el año 1605, logró consolidar nuestro idioma y su autor llegó a la cima de la gloria de la Literatura Universal, compartiendo honores con Homero, Dante y Shakespeare. La profunda realidad del personaje ha hecho que el famoso caballero «Don Quijote de la Mancha» se convierta en el símbolo universal de la lengua española, por la capacidad de haber creado una fábula y una serie de personajes en los que caben defectos, virtudes, debilidades y aspiraciones de la vida humana.
Contaba Ángel Rivero que cuando no existía la escritura, los ancianos eran los libros vivientes de la antigüedad, quienes difundían lo sucedido en épocas pasadas. El cultivo de la memoria fue fundamental para el oficio de librero ambulante. El hombre inventó el lenguaje rudimentario de los nudos, de formas y colores, pero era una forma difícil de entenderse. Luego aguzó el ingenio y creó el alfabeto. De la piedra, el cuero y el árbol, nació el libro primitivo, antecesor del moderno. Así aparece, sucesivamente, el libro de las rocas; en templos y sepulcros hindúes y egipcios. El libro de ladrillo, de asirios y babilonios. Pero el papiro inventado por los egipcios y el pergamino de piel de cabra, inventado en Asia Menor, fueron los materiales de mayor uso, para la elaboración del libro antiguo. Después vienen el papel y los tipos de madera, inventos chinos, hasta que Gutenberg en el siglo XIV funde las letras y nace la tipografía móvil, que “realiza el milagro de la inmortalidad del pensamiento en la belleza de la letra impresa”.
La destrucción de la Gran Biblioteca de Alejandría es uno de los desastres culturales más simbólicos de la historia, sólo comparable a la quema de libros después de la toma de Constantinopla por los cruzados en 1204 o la quema de libros por los nazis en 1933, en Berlín, por el ministro de propaganda de Adolfo Hitler, el nefasto Joseph Goebbels.
Según los historiadores la Biblioteca de Alejandría llegó a tener 900 mil manuscritos, vale decir los libros escritos a mano porque aún no se había inventado la imprenta. La Gran Biblioteca de Alejandría, fue fundada por Ptolomeo I a comienzos del siglo III antes de Cristo. Más tarde el papel y los tipos de madera, inventos chinos, hasta cuando Johannes Gutenberg en el siglo XIV funde las letras y nace la tipografía móvil, que “realiza el milagro de la inmortalidad del pensamiento en la belleza de la letra impresa”.
La Asociación de Escritores del estado Lara tiene una programación especial para celebrar el Día Mundial del Libro y del Idioma con actividades que se prolongarán gasta fines de mes.
Juan José Peralta