El gobierno de los EE.UU. anunció la disposición de permitir que se demanden las instituciones extranjeras que hayan hecho negociaciones con empresas estadounidense que fueron confiscadas por la revolución cubana de 1959.
En el operativo de seguir presionando a Nicolás Maduro, Trump tomó estas nuevas medidas, ya que este sigue al poder gracias a la ayuda de otros países que incluyen a Cuba, China y Rusia, reseñó la AP.
Dicho mensaje fue emitido por un funcionario bajo anonimato, se espera que el Departamento de Estado realice el comunicado oficial. Asimismo, se indicó que esta nueva política generará disputas comerciales entre Estados Unidos y Europa.
Canadá, Francia, España, Gran Bretaña y otros países con grandes inversiones en Cuba han manifestado su rechazo a la ley y amenazado con demandar ante la Organización Mundial de Comercio en caso de que Washington interfiera con los vínculos comerciales entre Cuba y alguna otra nación.