El jueves 11 de abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) anunciaron su disposición para ayudar a Venezuela a resolver la crisis económica en la cual se encuentra sumergida.
Durante una conferencia de prensa, el presidente del Grupo del BM, David Malpass, indicó que “el banco estará involucrado cuando evolucione la situación”, señalando que ya “se están preparando” para cuando llegue el momento, pero que actualmente la situación es muy complicada en el país.
Semanas antes, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ya había anunciado que el organismo se está preparando “para actuar lo más pronto posible”, y que debido a la magnitud de la crisis venezolana, se debe llevar a cabo “un enfoque multifuncional” y “desde diversos ángulos de parte de muchos”.
No obstante, Maduro ya ha rechazado en años anteriores la colaboración del FMI y del BM, alegando que son agencias que imponen políticas no favorables a los países que ayudan.
Asimismo, el FMI pronosticó durante la semana que la economía venezolana se contraerá 25% este año, tras contraerse 18% en el 2018.