“Valor y Pa’ lante que el triunfo es de los que nunca se rinden». Más que una consigna política esta expresión se convirtió en un argumento vital para uno de los personajes más importantes del siglo 20 del escenario público larense, el doctor Guillermo Luna, o simplemente Luna, como quedó sembrado en miles de corazones humildes de esta tierra.
Guillermo Luna fue un barquisimetano que se enorgullecía de ser hijo de padre blanco europeo y madre afro indígena. Como estudiante siempre destacó por su inteligencia y buenas calificaciones, lo cual aunado a su temprana sensibilidad social le convirtió en uno de los dirigentes liceístas más importantes de Lara, militó en el MIR y bajo esta bandera acompañó varias luchas universitarias en cuyos escenarios destacó por su talento, su carisma y un coraje personal a toda prueba.
A su regreso a Barquisimeto, con dos títulos universitarios en su currículo, Bibliotecólogo y Abogado, se reinserta en la política local desplegando luchas sociales a favor de los ciudadanos más humildes, desde la Fiscalía del Ministerio Publico que en ese tiempo eran funcionarios de buena fe dentro de los procesos judiciales y también desde el partido Acción Democrática.
Internamente en AD se alinea con las propuestas y el proyecto del doctor Teodoro Meléndez Penzo, un hombre de una hoja de vida intachable, honesto, vertical y comprometido militantemente con las ideas genésicas de este partido. Resultado de este trabajo y de sus mensajes claramente a favor del rescate de las esencias populares de Acción Democrática es electo miembro de la directiva regional de esta organización política.
En el Comité Ejecutivo Seccional de AD establece una alianza que mantendría toda su vida con otras dos jóvenes figuras, Guillermo Meléndez Guedez y Nelson Aguilar ,quienes apuntaban hacia la misma necesidad de hacer viable la recuperación popular de este partido, luego de un proceso nacional donde se privilegio el desarrollismo económico en contra de las tesis cepalistas sustentadas por los Presidentes Betancourt y Leoni y que a la postre concluyeron, a finales de la década de los setenta ,con una victoria aplastante del partido COPEI y consecutivamente con un desplome organizativo de Acción Democrática.
Con trabajo tesonero y esforzado Luna y sus aliados logran reactivar los Comités de Base adecos, los cuales habían dejado de funcionar a consecuencia de aquellas tesis partidistas en las cuales se daba prioridad a lo económico en desmedro de lo social. Izando las banderas del más humilde Guillermo Luna gana la Secretaria General de Acción Democrática y logra un resonante éxito en las elecciones donde AD retoma la Presidencia de la República.
Jorge Euclídes Ramírez