Las recurrentes fallas del sistema eléctrico nacional son consecuencia de la falta de mantenimiento y corrupción generalizada en las obras públicas, asegura en un comunicado dado a conocer este viernes, la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios.
En tal sentido, preocupados por la agudización de la compleja situación social, humanitaria, política y económica de la Nación, la Averu se dirige a la opinión pública con la finalidad de expresar lo siguiente:
La crisis del sistema eléctrico, denunciada por el régimen como un “sabotaje”, es el resultado de la falta de responsabilidad de garantizar este servicio público, esta justificación es desvirtuada por el Decreto de emergencia eléctrica dictado el 21 de diciembre del año 2009, el plan de racionamiento eléctrico del año 2011 luego de producido dos apagones nacionales, que obligó al Gobierno a reconocer que el sistema presentaba debilidades de generación.
Ante la agravada crisis del servicio eléctrico, la respuesta del régimen es otro plan de racionamiento eléctrico por treinta (30) días, sumiendo a la nación en una parálisis de los factores productivos, de salud, educación necesarios para el suministro de bienes y servicios a la población, colapso este advertido por los expertos de los sectores privados y de las universidades públicas.
El drama nacional por el que atraviesa la sociedad venezolana ha ocasionado legítimas y justas manifestaciones cívicas ante la incompetencia de solventar la recurrente falta de funcionamiento de servicios públicos esenciales, emitiendo el Ejecutivo Nacional como respuesta la orden a los grupos civiles armados, “colectivos”, de reprimir a la población, en violación a principios constitucionales y democráticos.
La Averu exhorta al régimen actuar con apego al texto constitucional y sin censura de los medios de comunicación, ante la imperiosa necesidad de la ciudadanía de conocer la situación del sistema eléctrico, a fin de tomar las medidas en resguardo a la vida y bienes.
Como Asociación de Rectores, manifestamos la voluntad de continuar con el deber de formar los recursos humanos necesario para el desarrollo y progreso del País, aun en las actuales condiciones de deficiencia de servicios públicos que impiden el cabal funcionamiento de nuestras casas de estudios, asimismo ratificamos la disposición de contribuir con nuestros recursos académicos para lograr la pronta solución de la crisis energética que afecta a todos los sectores de la sociedad venezolana.