Para recodar:
“Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad”
(Hechos 16:23)
En la época de los romanos, se presenta el caso, escrito en Hechos 16, del apóstol Pablo y Silas quienes fueron azotados y encarcelados. Por su parte, los soldados romanos tenían la fama que no se les escapaban los presos o les esperaba la muerte.
Tal historia dice que Pablo, estando en Filipos, contribuyó a la conversión de Lidia (Tabita), quien se bautizó junto a su familia (v. 14,15). Mientras eso ocurría, una muchacha que estaba endemoniada no cesaba en decir: “Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación” (v.17). Era una verdad, pero tal situación incomodaba al apóstol y le ordenó al demonio que saliera de la muchacha.
Eso enfureció a los amos de la chica, porque les perjudicó su negocio y acusaron a Pablos y Silas ante las autoridades, diciendo mentiras; que ellos “alborotaban la ciudad” y ocurrió lo que dice nuestro texto inicial: Los apresaron. Pese a lo malo, tales cristianos cantaban himnos a Dios en la cárcel y los demás presos los escuchaban.
Estando allí, ocurrió un terremoto, los calabozos se abrieron y el soldado romano se quería quitar la vida, porque dedujo que los presos se había escapado, pero Pablo le dijo que todos estaba allí. Inmediatamente el carcelero reconoció a Pablo y Silas, como siervos de Dios y preguntó ¿Qué es necesario para ser salvo? Pablo le dijo: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (v.30). Se bautizó, cambiando la milicia, que lo tenía oprimido; por el evangelio de Jesucristo, que lo liberaba.
En otro orden, el día 07/03/19, los gobernantes del país dijeron que habían Jaqueado la Central Hidroeléctrica del Guri. Y volvimos a escuchar, el 25/03/19, alusiones de atentados, ataques electromagnéticos, platillos voladores, francotiradores y mucho más. Entonces nos preguntamos, “¿Quién custodia esas dependencias? Acaso ¿no existe la posibilidad de autos atentados?
Según talcualdigital, 18/03/19, el ingeniero Wiston Cabas, descartó “que el sistema haya podido ser jaqueado desde el exterior “ni por vía wifi, por internet, ni por los murciélagos o por un imán. La única forma de ser hackeada o vulnerada es desde adentro. Tiene que ser un operador”. Entonces, eso dejaría muy mal parada a la seguridad encargada de la custodia, tanto interna como externa. Enfatizó que lo ocurrido en el Guri es por falta de mantenimiento antes de pensar en Hackers.
También afirmó: “El incendio provocó un recalentamiento que disparó la protección, lo que además provocó que se salieran de sincronismo las turbinas de Caruachi, cayendo toda la generación”. (Ídem, talcualdigital).
Igualmente, se habla que cada empresa; cada compañía; cada entidad que realicen operaciones sofisticadas, delicadas tiene que tener un mínimo de seguridad para evitar ser burlados. Por ejemplo, la Universidad Internacional de Valencia, España, dicen que existen tres tipos (principales) de “seguridad informática”: 1) Seguridad de Hardware. 2) Seguridad de Software y 3) Seguridad de la red. Entonces, nos preguntamos: ¿Falló la seguridad o es un problema gigantesco por falta de mantenimiento?
Por lo que ocurre con la electricidad en este país, muchos son confundidos o engatusados. Pero hablando espiritualmente: ¿Quién custodia nuestra mente, para evitar ser engañados? Los guardias romanos cumplían órdenes y muchos prefirieron seguir a Cristo, porque encontraron la verdad. Así como el soldado romano, podemos preguntar: ¿Qué debemos hacer para ser salvos? Y la respuesta es la misma: Cree en Jesucristo, serás salvo tú y tu familia y por qué no, Venezuela también.
Eduardo Iván González González
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