De producirse un cambio político en el país, el 42% de los industriales venezolanos, afirmaron que realizarían importantes inversiones para la recuperación y el relanzamiento de sus empresas, revela la encuesta de coyuntura correspondiente al IV Trimestre de 2018, dada a conocer este martes por el presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), Juan Pablo Olalquiaga.
Esta fue la única cifra esperanzadora registrada por la consulta realizada en el sector manufacturero, comenzando porque el 43,5% de la pequeña y mediana empresa, no realizó inversiones de ningún tipo, y de las 2.500 empresas que aún sobreviven solamente realizaron inversiones para el pago de inventarios y atender las nóminas.
Sobre la percepción de los empresarios sobre la situación del país, el 65% respondió que era mucho peor, el 29% dijo que era peor, lo que refleja que para el 94% de los industriales están en condicion es peor o mucho peor; sin embargo, luego de los acontecimientos que se produjeron después del 10 de enero hubo un cambio, en la impresión que los empresarios tenían y el 42% respondió que la situación iba a estar mejor o mucho mejor, afirmand que ante un cambio político del país están dispuestos a invertir en sus empresas con el fin de conseguir una recuperación, afirmando Olalquiaga que es uno de los hechos más significativos de la encuesta de coyuntura.
En relación con los factores que afectaron el desenvolvimiento de la industria a finales de 2018, el 51% dijo que tuvo poca demanda, lo que evidencia que hay unas fabrica que están sobredimensionadas para el mercado actual, de manera que una economía que tenía un PIB de US$ 300.000 millones, al anualizar esta cifra, el país terminó con una economía de US$ 95.000 millones, con respecto al año pasado y si se anualizara con respecto a marzo del año pasado, la economía tendría un PIB cercano a los 75.000 millones, indicando que tenemos un proceso de contracción de la economía, como muy pocos países lo han visto en el planeta, incluyendo economías en guerra.
Agregó que un 14% dijo que tenía competencia de productos importados; el 23% se quejó de la falta de divisas, el 23% dijo que no tenía financiamiento, debido a las políticas de encaje aplicadas por el BCV y tambien al tamaño de la banca, indicando que la banca venezolana en términos de créditos para todos los sectores, suma apenas US$ 139 millones, señalando que República Dominicana tiene US$ 50.000 millones.
Un 30% de los consultados, habla de la incertidumbre política institucional, lo que se refiere a todos los controles, las guías de movilización, las fiscalizaciones que se traducen en sobornos y las Inspectorías del Trabajo.
En cuanto a las inversiones realizadas en el IV trimestre del año pasado, para el total de la industria, el 32% no hizo ningún tipo de inversión, el 17% realizó inversiones en inventarios y el 45% invirtió en mantenimiento, reparaciones, sustituciones de equipos dañados, siendo las más afectadas las pequeñas y medianas empresas.
Para el total de la industria, en cuanto a la cartera de pedidos, el 27% dijo que no tenía trabajo, para la pequeña empresa, el 50% dijo que no tenía pedidos, para la mediana empresa fue el 44% dijo que tampoco tenía pedidos, siendo empresas que están cerrando.
En cuanto al uso de la capacidad instalada, afirmó que en Venezuela en promedio, las empresas están utilizando apenas un 25% de su capacidad operativa, nivel con el cual es muy dificil mantenerse.
Otro factor determinante, es el del recurso humano calificado, indicando que para todos los sectores hubo una pérdida de talento humano, muy importante afirmando que todos admiten que se les ha ido alrededor del 50% de su personal calificado, lo que afecta severamente la capacidad de poder manejar una empresa.
En cuanto a los requerimientos que tiene el país para iniciar un proceso de reconstrucción, indicando que la media es una inversión de US$ 700.000; estimándose que para atender a las 2.500 empresas operativas, se estaría hablando de un monto cercano a los US$.18.000 millones para el relanzamiento del sector industrial.
Olalquiaga precisó que de acuerdo a los resultados de esta encuesta, se concluye que, de no darse el esperado cambio político, se continuará con el proceso de desintegración del sector industrial, acentuado por la crisis eléctrica, y que ha afectado directamente a servicios básicos como el agua, la tecnología y las telecomunicaciones, incidiendo negativamente en el sector comercial, del cual depende el sector industrial para la colocación de sus productos.