La crisis de agua potable que está afectando al territorio nacional, puede convertirse en una catástrofe sanitaria de gran escala, aseguró este lunes Susana Raffali, nutricionista y asesora de la Fundación Cáritas, al expresar su preocupación en torno a lo que viene ocurriendo y a la falta de respuestas para atender la coyuntura.
“Estamos muy preocupados por la falta de la oferta de alimentos frescos por el apagón, se están vendiendo alimentos descompuestos y la gente ya se está enfermando. Se está tocando límites de hambre que preocupan muchísimo” afirmó la especialista.
Aseguró que las condiciones que están padeciendo los venezolanos por la fallas en los servicios públicos, origina una emergencia de salubridad, explicando que “existen reportes de hospitales y unidades pediátricas donde están cerrados los baños, médicos que no pueden lavarse las manos para hacer los procedimientos, no hay agua en las cocinas para hacer los alimentos de los pacientes.”
Señala que en estos momento, muchos niños se encuentran enfermos con cuadros diarreicos, advirtiendo que “una diarrea profunda puede matar a un niño en dos días, muchos más rápido que el hambre, y esto puede pasar si se sigue tomando agua contaminada”.
Ante esta situación, explicó que la Fundación Cáritas de Venezuela a la cual pertenece Raffali, cumple con programas alimenticios para las personas de bajos recursos; sin embargo, indicó que “muchas personas llegan a Cáritas pidiendo cosas que nunca habían solicitado. Llegan pidiendo comida porque no tiene cómo cocinar y pastillas potabilizadoras”, dijo la especialista en el Circuito Éxitos.