La minera brasileña Vale alertó que cuatro de sus presas podrían colapsar en cualquier momento, poniendo a la empresa de nuevo bajo la lupa sólo meses después de que otro de sus diques se rompiera cerca de la ciudad de Brumadinho dejando 212 muertos y 93 desaparecidos.
El miércoles por la noche, la empresa elevó al máximo el nivel de riesgo de sus represas mineras, diciendo que auditores independientes hallaron que estas no cumplirían con los nuevos estándares de seguridad. El sábado, la compañía adoptó medidas parecidas para una de sus presas de desperdicios en la ciudad de Barao de Cocais.
De acuerdo con el secretario de Energía y Minas de Brasil, el nivel tres de alerta significa que «una ruptura es inminente o ya está sucediendo».
En un comunicado, la minera dijo que «sigue adoptando medidas preventivas para aumentar las condiciones de seguridad en sus presas».
También informó que activó las alarmas en zonas rurales donde el estado no puede garantizar un rescate oportuno. Sin embargo, desde febrero ya se habían emitido órdenes de desalojo en esos mismos lugares.
