Emilio Joubert y Elena León, actores del progreso en Lara y de la foto más romántica de la época #28Mar

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Cuando José Miguel Bermúdez, me advirtió que enviaría desde París, la foto más romántica nunca antes vista, imaginé que su opinión estaba sesgada por ser tataranieto de quienes fueron protagonistas de la icónica y singular postal.

Ciertamente la fotografía realizada en Curazao, a principios del siglo XX, me inspiró a realizar una pesquisa y hurgar en el maravilloso pasado de ambos personajes.

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La mágica captura inmortaliza a una dama agraciada y a un caballero. Él, elegantemente ataviado de levita y corbatín, fija la mirada sobre su enamorada, y ella con distinguido vestido de dama europea,observa sobre el hombro de quien la corteja.

La estampa del estudio fotográfico Soublette et Film, la protagonizan dos curazoleños: Emile Hippolijte Joubert y Elene Francoise León Prince, llegados a Venezuela en los albores del pasado siglo,donde aparte de echar raíces en suelo larense formando una noble y reconocida familia,contribuyeron decididamente con el progreso de la región centroccidental.

De Curazao para Barquisimeto

El periodista y luego cronista de Barquisimeto, Eligio Macías Mujica, en edición extraordinaria de EL IMPULSO, en 1952, en ocasión del cuatricentenario de la ciudad, narra que el introductor del cultivo del sisal en Barquisimeto fue Emilio Joubert.

“A los veintidós días del mes de agosto del año mil ochocientos setenta y dos, en la isla de Curazao, nació un niño del sexo masculino, a quien se le han dado los nombres de: Emile Hippolijte Joubert, hijo de Guillaume Eusebio Joubert y Helena Adelaida Prince de Joubert”. El original tiene aplicado un timbre móvil de las Antillas Neerlandesas, refrendado en Willemstad, Curacao.

Apunta Macías Mujica, que fue tal la aplicación de Emilio al estudio y conocimiento de idiomas, que a la edad de diez años se vio en la necesidad de usar anteojos.

Por su parte, José Miguel Bermúdez, agrega otro dato revelador: y es que la mesada semanal de Emilio para la merienda, no la gastaba, y más bien la invertía en velas, a fin de estudiar cuando la familia se recogía y quedaba la casa en penumbras.

Emilio junto a sus padres, llegó a Venezuela 1884 y ese mismo año conoció al presidente Guzmán Blanco, quien luego de una sostenida conversación en inglés, el primer mandatario, -bien asombrado-, le regaló al niño una onza de oro como premio por su aplicado talento.

Al cumplir los trece años entró a prestar servicios en la Compañía del Ferrocarril Bolívar, en Tucacas, y dos años después, por enfermedad del titular, se encargó del despacho de buques que transportaban cobre para Inglaterra, así como también de la jefatura de aquella estación que en aquella época era de particular importancia, pues era terminal para el despacho de cobre a Europa y para recibir el carbón con que funcionaban los hornos de las minas de Aroa y el tren ferroviario.

Con decisión participó activamente en la Revolución Legalista, que acaudilló el general Joaquín Crespo, con tan solo 20 años fue ascendido -en Duaca-, a Ayudante de Campo del general Elías Torres Aular y cuando la revolución entró triunfante a Barquisimeto, Torres Aular se encargó de la Presidencia de la jurisdicción, ofreciéndole a Emilio Joubert el grado de coronel, lo que declinó cortésmente para retirarse de toda actividad política.

Fue entonces cuando Emilio fungió como contador del ingeniero Monburquet, en la reconstrucción de la línea férrea entre Duaca y El Hacha que en el año 1892 había sido destruida por fuertes torrenciales y aluviones. En esa década volvió al servicio de la Compañía del Ferrocarril Bolívar.

Actor principal del sisal en Venezuela

En Curazao, años antes había tenido contacto con su prima hermana Elena León Prince, con quien pasado el tiempo contrajo nupcias el 27 de febrero de 1902, en aquella isla neerlandesa. Él de 29 años y ella de 20. De esa unión nacieron en Curazao sus dos hijos: Silvio Gilberto Joubert León, establecido en negocios de maquinarias en Barquisimeto y Julia ‘Yuya’ Elena Joubert León, esposa del hacendado Cruz María Yepes Gil, tío abuelo de quien suscribe esta crónica.

Elene Francoise León, había nacido el 22 de septiembre de 1881, también en Curazao. Hija de Anton León y Julia Aleida Prince. Era políglota, dominando cuatro idiomas: Neerlandés, francés, inglés, papiamento y español.

Durante su matrimonio, vivió en el casco central de Barquisimeto, en la carrera 18, dedicándose al atractivo arte de la pastelería y dulcería, combinando en sus manjares ambas culturas. Aún en la ciudad hay quienes recuerdan los ricos dulces de doña Elena.

En 1908, durante la recepción del general Cipriano Castro, Presidente de la República, en su visita a Barquisimeto para conocer los avances del nuevo tramo ferrocarrilero, don Emilio fue nombrado representante oficial de la Compañía del Ferrocarril Bolívar.

Cuatro años más tarde, siendo jefe de estación en Barquisimeto, y debido a repetidas diligencias realizadas ante el poder central, don Emilio fue autorizado para emprender la siembra de sisal en la posesión El Cují, importando así, desde México, las primeras semillas de esta planta, convirtiéndose en el padre de este cultivo en el país.

En un minucioso informe de su autoría sobre las ventajas del fomento del sisal, apuntó lo siguiente: “Este es, bajo todos los aspectos, el cultivo más apropiado para terrenos tales como los de El Cují. Esta planta puede desarrollarse bajo circunstancias que ninguna otra podría soportar. Después de la siembra puede aguantar el mejor verano sin perecer y requiere muy poca atención para subsistir”.

El 8 de julio de 1913, don Emilio acusaba recibo de las primeras 5.000 plantas, iniciando así el cultivo del sisal en Venezuela, que con el transcurrir de los años, ha venido a ser una industria importante, especialmente en el estado Lara, donde hoy se cultivan más de 25 millones de plantas, y existe una compañía para la elaboración de sacos, además de una cordelería, que es la más moderna del país.Hoy en día el área de cultivo del sisal se redujo en más del 85% y las empresas, industriales y artesanales han mermado o migraron a otros sistemas de producción.

Don Emilio Joubert falleció en Barquisimeto el 10 de septiembre de 1935, y doña Elena León Prince, le sobrevivió 39 años, ocurriendo su deceso también en Barquisimeto en 1974. Ambos construyeron una familia de sólidos principios, generosa y comprometida con el desarrollo del estado.

Fotos: Archivo de José Miguel Bermúdez Castillo/Diario EL IMPULSO

Elene Francoise León Prince y Emile HippolijteJouberten una estampa de principios del siglo XX, realizada en Curazao, por el estudio fotográfico Soublette et Film
Destacan de derecha a izquierda, Julia Elena ‘Yuya’Joubert León de Yepes Gil, Helena Adelaida Prince de Joubert (madre de don Emilio), Emilio Joubert Prince; sentados: Edgar Yepes GilJouberty Beyla Yepes Gil Joubert, hijos de don Cruz María Yepes Gil y doña Yuya
Don Emilio Joubert elegantemente trajeado
Elene Francoise León Prince, de aristocrático vestido y sombrero europeo

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