Este miércoles 20 de marzo, se informó que en la provincia de Cremona, Italia, un chofer de un autobús secuestró, durante una hora, a 51 estudiantes junto a sus supervisores e intentó quemarlos dentro del transporte.
Al parecer, gracias a las llamadas de emergencia realizadas por las víctimas, dicho autobús fue detenido frente a un retén policial, haciendo que el delincuente procediera a encenderlo en fuego. Seguidamente, los policías rompieron las ventanas traseras y rescataron a los ciudadanos.
Por su parte, el comandante Luca De Marchis comentó a la televisora Sky TG24, que el conductor confesó que realizó el acto en modo de protesta por las muertes de migrantes en el Mediterráneo, y a su vez, indicó que amenazaba a los secuestrados diciéndoles que “nadie saldría vivo”.
«Mientras dos agentes mantenían al chofer ocupado, él tomó un encendedor y prendió el vehículo con gasolina que había en una lata dentro del auto. Los otros (policías) abrieron las ventanas traseras a la fuerza», dijo De Marchis.
Por último, se detalló que los pasajeros fueron tratados en un hospital, mayormente por cortes y rasguños ocasionados por la evacuación.