#OPINIÓN Cronicario: Este año celebraremos sedientos el Día Mundial del Agua #19Mar

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El próximo viernes 22 de marzo, por resolución de las Naciones Unidas de nuevo celebraremos el Día Mundial del Agua, como venimos haciendo desde 1992 en el mundo entero, pero en el estado Lara lo haremos sedientos debido a la ausencia de políticas públicas para cumplir el reconocimiento de la ONU al acceso al agua potable y el saneamiento “derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”. Este año el Día Mundial del Agua lo celebraremos con mucha sed, como tengo años advirtiendo.

Se entiende por derecho humano al agua la posibilidad de acceso de toda persona, sin discriminación, a disponer del líquido suficiente, seguro, aceptable, accesible y asequible para uso personal y doméstico que comprende el recurso para el consumo, el saneamiento, la preparación de alimentos y la higiene personal y doméstica.

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El agua es un bien público y su beneficio debe ser distribuido de manera equitativa entre todos los habitantes y tanto pueblos como gobiernos deben trabajar unidos para ayudar a preservar este preciado líquido todos los días del año. Cuando hablamos de agua potable nos referimos al suministro gestionado de manera segura a la que se puede acceder en las viviendas, cuando se necesita y que no esté contaminada. El agua es un recurso natural de indispensable protección y conservación para mantener el equilibrio de los ecosistemas y aunque 71 por ciento de la superficie terrestre está cubierta de agua sólo dos por ciento es potable.

Sabemos por los medios de comunicación que las fallas en el abastecimiento de agua potable en Venezuela se acrecientan y en diversas entidades, especialmente en la región capitalina, existen protestas diarias por la falta del líquido vital como se le llama y por experiencia personal conozco la falta de inversión para un recurso tan importante para la vida cotidiana aunado a la ausencia de programas de mantenimiento de las redes y sistemas.

El suministro de agua potable en todo el estado Lara cada día es más grave y los municipios más afectados por la escasez son Iribarren, Morán, Jiménez, Torres, Palavecino y Crespo, precisamente los más poblados, según un extenso reportaje publicado el 19 de noviembre del año pasado en elimpulso.com por el periodista José M. Escalona,
https://www.elimpulso.com/2018/11/19/especial-6-municipios-de-lara-afectados-por-la-escasez-de-agua/

El reportero asegura que el racionamiento de agua en esta entidad lleva más de una década acrecentado en el último año con la repetida excusa del supuesto saboteo en las estaciones de bombeo y los robos de equipos en las diferentes estaciones, difíciles de recuperar por la hiperinflación y días atrás se unió una supuesta causa para la suspensión del ya deficiente servicio por la turbidez del agua “a consecuencias de las lluvias en las cabeceras del Alto Tocuyo”, turbio argumento pues se trataba de la escasez del sulfato de aluminio para tratamiento del líquido que ahora el país produce con dificultad.

En ese entonces, contaba Escalona el caso de Francisco Camacaro quien a diario hace de tres a cuatro viajes diarios para llenar sus cuatro pimpinas de agua desde un pozo ubicado en plena arteria vial en la popular barriada de Los Cerrajones, al oeste de Barquisimeto. “Esto es un calvario tener que venir todos los días a buscar agua en esta alcantarilla que solo sirve para bañarse o bajar las pocetas”.

Este viacrucis también lo padecen alrededor de tres mil familias de sectores como La Fe en Dios, Ché Guevara, José Ángel Álamo y La Carucieña, entre otras barriadas del suroeste de la ciudad, a quienes según Camacaro no les llega el agua desde hace diez meses y debido a la falta del vital líquido algunas personas han optado por bañarse en la alcantarilla a plena luz del día y ha obligado a estas familias de clase económica baja a buscar esa agua en ese lugar o pagar con el salario mínimo camiones cisternas a precios de especulación para saciar la sed, cocinar y mantener la higiene personal y de sus hogares.

Escalona también fue al este de la ciudad y contó que a unas cinco mil familias de las diez urbanizaciones de esta zona, tres etapas de El Portal, La Rosaleda I y II, Flamingo, Aguamiel, Colinas del Este, Colinas del Viento y El Manantial tampoco les llega el agua, prácticamente desde el inicio de la nueva “gestión perfecta” de Carmen Meléndez, como contara la vocera de la Fundación Vecinos Activos Los Cardones, Norah Farías, quien aseguró que estas urbanizaciones han presentado proyectos al Gobierno regional, pero hasta la fecha no han recibido respuesta satisfactoria. “La comunidad presentó un proyecto de un pozo privado que un vecino estaba dispuesto a donar, para sustraer agua, pero quedó en veremos cuando entró la señora Meléndez al gobierno”.

Todo este drama dibujado por Escalona es consecuencia de no concluir el Sistema Hidráulico Yacambú Quíbor y el abandono de esta importante obra hidráulica iniciada hace más de cuarenta años y se ha incrementado el déficit creciente en el suministro de agua para consumo humano en la capital del estado Lara y para riego directo e indirecto de unas cuarenta mil hectáreas del valle de Quíbor, municipio Jiménez donde se desarrolló una tradición agrícola de riego, fortalecida a partir de los años 60 a través de cultivos de alto valor hoy más que nunca necesarios: cebolla, tomate, pimentón y la incorporación de gramíneas y frutales como naranja, aguacate, mango, lechosa, cambur, parchita y uva, además de la instalación de granjas de producción de huevos y pollos.

En Venezuela no se ha prestado la debida atención al suministro de agua potable como derecho humano, a juzgar por la ineficiencia e ineficacia de las hidrológicas de las regiones y de la empresa nacional del agua, Hidroven y en el estado Lara en particular los fondos aportados para concluir el Sistema Hidráulico Yacambú Quíbor fueron desviados supuestamente para cubrir actos proselitistas y de populismo, cuando a la obra sólo le faltaba apenas cinco por ciento final e incluso el fallecido presidente Hugo Chávez anunció en 2012 que el año siguiente se estaría llenando la represa para iniciar el suministro a Barquisimeto: “En 2014 debemos abrir el chorro”. En sueños, mejor dicho, en pesadilla quedó el final de esta obra esencial para el suministro de agua potable a estos dos municipios.

Juan José Peralta

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