Para recodar:
“Subiré sobre las alturas de las nubes, me haré semejante al Altísimo” (Isaías 14:14).
Casus belli, es una frase que sonó hace poco desde el ejecutivo, cuándo preguntaba a otros países: ¿Hay alguna casus belli? ¿Hay una causa para la guerra contra Venezuela?
La Causa bélica: “Es una expresión latina, traducible al español como motivo de guerra… circunstancia o pretexto para establecer una acción bélica…” (es.wikipedia.org). Opinamos: Casus belli no es un llamado a la guerra, sino una apelación a la rectificación.
Pero: ¿Qué más causas bélicas es que mueran personas por hambre; que estén falleciendo niños o adultos por falta de medicina o insumos en los hospitales? Que haya millones de dólares fuera de este país por causa de la corrupción y son pocos los privados de libertad; el ejecutivo actuando a su discreción y ¿nadie le pone control?
Siguiendo la idea, Venezuela tiene muchas otras Casus belli, desde que se inició esta propuesta llamada socialismo a la fuerza, no lo han logrado, del todo, gracias a la Constitución de 1999. Y aunque hubo un Referéndum en 2.007, el pueblo dijo: “NO”, pero muchos de estos artículos los han impuestos. Es más, para inicio de este año, ya estaba “oliendo”; ya “roncaba” una nueva Constitución ¿Por qué? La actual es y no es.
Según, la es.wikipedia.org, parte de los artículos (negados) a ser modificados eran: el 11, 16, 70, 90, 115, 141, 230, 305, 328, que decían: Creación de las comunas; conformación de consejos comunales…; cambio de jornada laboral a 36 horas semanales; expropiación de casas, bienes o empresas basado en la utilidad pública o por autoritarismo; elección presidencial sin límites de reelección… ¿Están funcionando o no?
A todas estas, se crearon gobiernos paralelos y de ello no se escapó, ni si quiera, la Asamblea Nacional, y así fuera por “votación” se eligió una Asamblea Nacional Constituyente. Esta ANC, ha hecho cambio de leyes; llamó a elecciones, entre ellas la presidencial, en fecha cuestionada, con legalidad objetada. Esto y lo anterior, es considerado, hasta internacionalmente, como casus belli.
Según nuestro texto bíblico inicial, Satanás quiso usurpar el puesto de Dios en el cielo y ese fue su gran error, querer ser igual a su creador. Ésta es la mayor Causa bélica que haya visto el Universo. Ello ocasionó una gran batalla en el cielo (Apocalipsis 12: 7-10) no prevaleció más allá y fue enviado a la tierra, junto a sus ángeles. Dicha batalla no fue con armas, fue una guerra intelectual y el propio Jesús (Miguel), el Hijo de Dios, tuvo que enfrentar a Luz Bell (Isaías 37:23,24), el cual es ahora es el diablo.
A Satanás se le amonestó con amor, pero, él cuestionaba la justicia y el Amor de Dios; “pervirtió la libertad” (Conflicto de los siglos, E. White., p. 484); quiso que todos le rindieran pleitesía, y no reconoció sus errores. No quiso cambiar.
Comparando con Satanás, le sucede a gobernantes en la tierra. Y al rechazar la Ayuda Humanitaria activa una casus belli. Y en lugar de tener un ápice de reconocimiento y con todo lo ocurrido el 23F, no se debería cantar victoria o bailar ¡Esto es Inaudito!
Dios nos dice a todos: “No quiero la muerte del que muere, sino que procedan al arrepentimiento” (Ezequiel 18:32) y así como Dios hizo todo el esfuerzo para el que diablo se arrepintiera, de la misma forma trata que ciudadanos o gobernante entendamos que tenemos que rectificar para el beneficio de todos, y espiritualmente hablando, desea que aceptemos a un Salvador (Juan 3:16), porque Cristo murió por la humanidad y todavía podemos arrepentirnos o cambiar, antes que la Casus belli pase a otro nivel las consecuencias caigan sobre los habitantes de la tierra (ver Malaquías 4:1-3; 2ª Pedro 3:7; Sofonías 1:18).
Eduardo Iván González González
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