El resultado fatal de la intensa violación de los derechos humanos, que sufrió el pasado 23 de febrero el pueblo indígena Pemón, dejó como saldo un total de 5 fallecidos, más de 25 desaparecidos y aproximadamente 100 heridos, denunció la diputada de Amazonas, Mauglimer Baloa.
En conferencia de prensa, la diputada amazonense y miembro del pueblo indígena, hizo un contundente llamado a la Alta Comisionada por los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, para que se aboque y se pronuncie, pues a su juicio no se puede seguir derramando en vano, la sangre de nuestros pueblos originarios.
“Repudiamos el asesinato de los hermanos pemones, en especial el de Zoraida Rodríguez y Rolando García, quienes murieron por defender su territorio de paz. La Constitución establece que nuestro único documento para circular por el territorio nacional es la cédula indígena. Tenemos derecho a defender nuestro territorio, a transitar libremente por él, a mantener y proteger nuestro desarrollo e identidad étnica, así como a participar en los procesos políticos”, dijo Baloa.
Asimismo, insistió en que ahora más que nunca, es necesaria la entrada de la ayuda humanitaria, debido a que muchos de los indígenas afectados han sido atendidos en los precarios hospitales de nuestro país y otros han cruzado la frontera para ser atendidos en territorio brasileño. Manifestó, además, su solidaridad con Emilio González, miembro del pueblo Pemón y alcalde de la comunidad de Kumarakapay, quien actualmente está siendo perseguido por el Gobierno y aseguró que el diálogo no está siendo considerado.
“Hacemos un llamado a la diplomacia y la solidaridad de la comunidad internacional porque ya el dialogo no es una vía. Estamos dispuestos a dejar la piel por defender la democracia y nuestro territorio, que ha sido ocupado original y ancestralmente por nuestros pueblos indígenas. Los blancos prendieron la guerra en la Gran Sabana, pero los indígenas queremos paz y ahora más que nunca apoyamos las acciones de nuestro presidente encargado Juan Guaidó”, precisó.
Por su parte, el diputado a la Asamblea Nacional, Simón Calzadilla, denunció el sinnúmero de obstáculos que debieron sortear desde que partieron en caravana al pasado jueves 21 de febrero rumbo a San Antonio del Táchira, donde atravesaron más de 30 alcabalas y duraron aproximadamente 40 horas de viaje para exigir el ingreso de la ayuda humanitaria que beneficiará al pueblo venezolano, que sufre a diario por la falta de medicinas y alimentos.
“A diez minutos de San Cristóbal obstaculizaron la vía por tres horas, y durante ese tiempo personas encapuchadas y armadas asaltaron a no menos de 25 vehículos y 4 buses. En ese tiempo, nos robaron las pertenencias y nos amenazaron. Después nos enteramos que poco antes Freddy Bernal había estado justamente ahí. Los funcionarios apostados en las alcabalas tenían la orden de Freddy Bernal y de Diosdado Cabello para que nos asaltaran porque no tienen pueblo y utilizan a delincuentes para defenderse y amedrentar”
Aseguró también que los venezolanos están protagonizando el cambio en el país y ese proceso no lo detendrá nadie y que de los acontecimientos vividos recientemente los dejaron fortalecidos y orgullosos del pueblo y los otros múltiples funcionarios que contribuyeron para que llegaran finalmente a su destino