Muchos se preguntarán porque en la XI Reunión del Grupo De Lima no se habló de la intervención militar extrajera en favor de la liberación del pueblo venezolano sometido por un NARCOESTADO. Varias cosas que quiero puntualizar:
La diplomacia de estos días ha cambiado. Ninguno de los países que estaban presentes en Bogotá iba a decir abiertamente PLOMO CONTRA MADURO. Todo lo que pasará en un corto plazo se está hablando OFF THE RECORD. A la vista de todas las cámaras se da lo que hoy se vio.
Ningún ser inteligente y pensante anuncia las acciones que tomará para que el enemigo se prepare. Lo que pasará se dará y nosotros nos enteraremos cuando despertemos. Es difícil pedir paciencia, pero hay que tenerla. ¿Es desesperante? Si, muchísimo, pero paciencia.
Dejemos de ser pendejos y dejemos de esperar que los países que apoyan a Juan Guaidó digan “FUERA EL TIRANO”, eso no pasará. Ni ahora, ni nunca. El pitbull que va a morder no va a ladrar, atacará y acabará su presa.
Cuando en Panamá sacaron a Noriega hubo estas mismas reuniones. Hubo una en 1989 en donde hubo 20 votos en contra de esa intervención militar. Seis países se abstuvieron (entre ellos Venezuela). Solo uno votó a favor de la intervención, EEUU.
Ya todos sabemos que pasó en ese momento en Panamá. A los pendejos que dicen la intervención se dará con las fuerzas libertarias acabando con todo a su paso, mis palabras de compasión ante la brutalidad que los agobia. Eso no será así.
Como lo he dicho en varias oportunidades, los métodos utilizados para tales acciones en la actualidad, son como en las cirugías: Precisión, exactitud, acción y reparación. El miedo que debemos tener es contra los terroristas que se esconden con la venia de Maduro
Les recuerdo las palabras del Presidente Guaidó a todos los militares y funcionarios que se pusieron a sus órdenes desde el sábado: “Quiero que vengan, pero también que vayan”, saquen sus conclusiones.
Brian Vidal
