Después de larga espera, angustia, dolor, sangre, incertidumbre, sufrimientos irreparables, Dios nos volvió a poner en el camino correcto, donde todos debemos transitar y aprovechar esta sagrada oportunidad por no llamarlo milagro y dar pasos muy firmes, que afirme con fuerza la añorada alianza pacifica de la patria que hasta el momento está herida y llorosa como una madre abandonada por sus hijos, hoy sonríe al ver que sus dolientes están despertando y confiada en la promesa de sus hijos que jamás volverán la tan odiada ingratitud, debe haber una explicación del por qué un país tan noble, amistoso, cordial, querendón, anfitrión de primeras líneas se haya convertido en todo lo contrario, odiado por muchos países que antes eran aliados y coincidían en muchas cosas positivas, que un país cordial que sumaba y no restaba hoy sea un divisor o un gallito de pelea, busca pleito y agresivo, sin darse cuenta que de las confrontaciones hasta el que se considere ganador sale perdiendo, por tal nuestra tarea y pasión debe ser con la ayuda de dios, todo lo contrario volver hacer y mejor de lo que era, que nuestro objetivo por muy fuerte que sea la crisis debe haber un acuerdo de convivencia y de paz por la patria, que no haya riesgos de vidas, ni odios, ni rencores; pero que estén convencidos los que han convertido al país en un gallera o ring de boxeo.
Y que se convenza que tantos jóvenes que entran a las fuerzas armadas la mayor parte es para ser útil y la demás por necesidad, no para poner sus vidas en riesgo, ni para ser carne de cañón, ni diana de ideologías, ni gladiadores del circo romano, somos todos hijos de dios y sufrimos igualito el dolor es el mismo.
Que culpa tienen los que desean hacer lo que saben hacer pero no los dejan hacer, como se vende un país en pleno conflicto a los países desarrollado, inversionistas del mundo, cuando lo que ofrecemos es conflictos y más conflictos, amenazas sobre las amenazas, es muy triste decir esto pero a quien culpamos que no tengamos los rubros de la dieta diaria, que paso con la producción de café, arroz, azúcar, papas, maíz por nombrar algunos, a quien culpamos de la desaparición de millones de industrias por nombrar algunos las cementeras, las industrias básicas de Guayana, un emporio y ejemplo para el mundo hoy convertidas en nada, eso es más triste el petróleo hoy ha dejado de ser el más respetado y deseado del mundo, entonces queridos compatriotas la unión por sobre todos los obstáculos de ser contra la lucha de este desastre antes que el país se termine de hundir, no volver a perder el rumbo, si todo está hoy en día a favor del bien y la pronta recuperación de todos, que aumente la buena voluntad y despierten de que no se puede ser tan perfectamente necio como el que todo contradice.
Convencernos de que es lo que significa viveza, vivo es la persona que asume su vida con honestidad y respeto a sí mismo, a su familia, la humanidad y la patria. Pendejo es el que se la da de vivo y saqueadores, sin escrúpulos de lo que no le pertenece, dígame ustedes quien de los dos tiene paz y autoridad moral; por tal un ruego a dios por que nada ni nadie nos perturbe la felicidad de nuestro hogar y la paz de nuestra familia, ni su desintegración y la emigración forzosa de nuestros seres queridos, que nada ni nadie nos vuelva a perturbar el deseo y la voluntad de ser útil, de producir, compartir y respetar nuestra creatividad y derecho a pensar que nadie nos perturbe y quite la voluntad de producir lo más sagrado del mundo que es la comida, que se le estimule y respete a los ganaderos y por tal todos los agricultores, que se les tome como un aliado a solucionar problemas, que se les abra las puertas a quien desea abrir una empresa, que quien tenga la voluntad de hacerlo se sienta seguro de que sus bienes no están en peligro, ese es el país que todos deseamos y estamos a punto de lograrlo con la bendición de Dios, no hay vuelta atrás y viento a favor hay que oír las personas que son vocacionadas al bien siempre tienen algo hermoso que decir, por ello hagamos caso omiso a los agoreros de oficio y practicante de la desesperanza, hoy se está más fortalecido quienes nos deseamos el bien uno al otro y debemos tener firmeza de que tenemos un nuevo país, donde sea abundancia para todos y una amplia sonrisa contagiosa y más nunca un rostro como quien va a poner una denuncia.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la Paz, la Convivencia, el Respeto y la prosperidad de nuestro país…
José Gerardo Mendoza Durán