Si hay algo que nos han sembrado en estos veinte años es el miedo, miedo a permanecer en Venezuela, miedo a luchar, miedo a pensar diferente, miedo a invertir, miedo a salir. Dejemos el miedo a un lado y aprendamos a vivir en libertad.
Debemos cambiar el modelo, apoyar a los nuevos líderes políticos emergentes y buscar que el país evolucione, para que tengamos múltiples líneas de producción y podamos ver la máxima capacidad por hora de nuestras máquinas, que lleguen los pedidos y remunerar mejor a nuestro personal.
Nos toca tomar una decisión y apostar por un país fértil, esto sólo se puede hacer con el apoyo de todos, un politólogo famoso de izquierda dijo hace cinco años: -el líder existe y es la única forma salir de este sistema, está en la calle y nadie lo conoce, es una persona normal, que un día se convertirá en una energía imparable, crecerá rápidamente en popularidad y representa la esperanza, el clamor de las madres que perdieron a sus hijos, la esperanza de los niños y jóvenes que no conocen otro Presidente, pero que se alegran al escuchar en los pocos medios otro nombre que representa un cambio, una cara nueva, fresca y una ventana a nuevos inversores y retorno de muchas empresas-.
Ante la complicada situación que vive el país, todos esperamos una vuelta de timón, la crisis toca los precios de la comida, las escuelas, las universidades, los hospitales y nuestro sector no escapa de la realidad, la transición debe ser en paz y con un profundo respeto por el otro siguiendo el orden constitucional, es esperado el cambio que el solo hecho de tener una esperanza a reactivado el mercado inmobiliario en un 20% en un mes.
Algunos agremiados están tabulando las escalas en base a varios salarios mínimos o entregando dólares al personal de confianza, dentro de la Cámara queremos exhortar a nuestros afiliados que la responsabilidad social sea desde adentro para los empleados, que han generado tanto a nuestras empresas y que hoy nos toca ver en una situación delicada.
Hoy hay empresas de nuestro sector que están creciendo en volumen de impresión por la confianza que genera el efecto político, mientras otras están totalmente paradas en la misma especialidad, seguimos viviendo de la tinta y el papel y nos merecemos prosperidad, celebremos el día de la Juventud en las calles y que Dios Bendiga a Venezuela .
