El país retiró de forma temporal a su embajador en Roma luego de una reunión de funcionarios italianos con el grupo de los «chalecos amarillos», sin embargo aseguraron que es temporal, pero que la medida debe servir de advertencia a los italianos a que no se inmiscuyan en asuntos internos franceses.
La decisión se tomó debido a meses de «ataques infundados» por parte de los ministros italianos Luigi Di Maio y Matteo Salvini y especialmente por la decisión de Di Maio de reunirse en Francia esta semana con el movimiento de protesta “chalecos amarillos”, aseguró el portavoz del gobierno francés Benjamin Griveaux.
Esa visita violó “los principios diplomáticos más básicos” al no ser anunciada, dijo Griveaux.
En referencia a los líderes populistas italianos, criticó a “la lepra nacionalista” que está carcomiendo la unidad europea, y afirmó que los miembros de la Unión Europea “deben comportarse mejor” hacia los demás socios.
Francia e Italia son miembros fundadores de la Unión Europea y la inusual disputa tiene a los otros miembros preocupados.