«En un mundo competitivo, globalizado, cambiante y complejo requiere de organizaciones capaces de enfrentar situaciones y eventos emergentes, con gerentes que no sean excesivamente racional, técnico y científico, sino un gerente con competencias que permita la transformación de vida de las personas que actúan en el interior de la organización y, a través de ella, se transforma, crece y se desarrolla la organización. Su existencia y supervivencia dependerá del compromiso que asuma con la humanidad, pues una empresa nace y se convierte en medio, a través de la cual una idea enérgica puede llevarse a cabo con nobleza, para contribuir al desarrollo de la sociedad. Un gerente que fomente la cultura del ser más en vez de la cultura del tener, ya que ésta última ha prevalecido en la vida de las organizaciones por mucho tiempo, sobre todo en las organizaciones gestadas a mediados de la modernidad. No hay que dejar de reconocer que en su momento histórico dieron sus frutos, pero actualmente la sociedad, llamada sociedad del conocimiento y la información, reclama la participación de gerente y colaboradores que dirijan su vida y la de la empresa hacia la construcción de significados, que los llene de orgullo y fuerza interior para enfrentar con tenacidad y pasión las dificultades y las adversidades propias del contexto, trabajen con principios de libertad, dignidad, respeto, serenidad, generosidad, bondad, prudencia, compasión, benevolencia, humildad, gratitud, fe y paz interior”.
Estas son las afirmaciones de la doctora Olivia Sosa quien nos concedió una entrevista a portafolio empresarial para abordar el tema: estrategias de desarrollo para el mejoramiento de la acción gerencial; Olivia Sosa es: Licenciada en administración de empresas, además posee Maestría en administración mención gerencia general y es Doctora en gerencia avanzada, docente universitario y ha trabajado como coordinadora de la maestría en gerencia empresarial de la Universidad Fermín Toro, es conferencista y Directora del centro de investigaciones y estudios gerenciales (CIEG),ha recibido reconocimientos por su desempeño como docente e investigador.
Enfoque de las estrategias de desarrollo para el mejoramiento de la acción gerencial.
La doctora Sosa basa su trabajo de investigación en que las estrategias de desarrollo para la mejora de la acción gerencial deben estar dirigidas hacia el desarrollo del ser, el desarrollo espiritual del individuo, la concepción de una organización humana que proyecte sus quehaceres hacia la productividad social, la rentabilidad social más que la rentabilidad financiera. Una organización de acciones humanas que satisfagan las necesidades y motivaciones de sus clientes externos y clientes internos, constituyendo así empresas como comunidades de vida espiritual y socialmente inteligentes y no entidades que se contemplan como máquinas productoras, exclusivamente de bienes y/o servicios. Estas visiones es oportuna fundamentarlas con lo que planteó Kliskberg (2000), al postular una tendencia que alimenta un concepto organizativo – la humanización de la estructura que supera la inhumanidad de las concepciones mecanicistas, formalistas o productivas de corrientes clásicas del pensamiento administrativo.
A tal efecto y bajo esta visión,al formular estrategias hacía del desarrollo del ser, hacia lo espiritual del individuo permite reflexionar acerca de la necesidad de fomentar la cultura del ser, a través de propuestas auto-transformadoras, como una capacidad nueva, superior, trascendente para la vida y el devenir del individuo, la organización y la humanidad; es un llamado al despertar de la conciencia, el fomento de una cultura espiritual, se corresponderá con el llamado al equipo humano que conforma la organización de un despertar a la realidad interior de su ser, trascender a una vida plena y libre, elevando el espíritu y/o alma hacia una perspectiva profunda de la vida, dándole sentido, considerando la vida organizacional y al entorno que lo rodea; enfatizo la doctora Sosa.
La doctora Olivia Sosa considera que la productividad social, se interpreta por la búsqueda de estrategias orientadas a una cultura del ser y cultura espiritual que permita la obtención de beneficios para los trabajadores, la empresa y la sociedad; y como lo plantea Torres (2011), la productividad es un medio para alcanzar mejores niveles de bienestar para el hombre y de progreso para la sociedad. Desde el punto de vista empresarial, se cita a Barraza, (2006), quien define la productividad social como un “conjunto de logros reflejados en productos medibles como resultado de la armonización de sus recursos productivos, donde se combinan objetivos establecidos, logros alcanzados, la aceptación e interacción con la comunidad, pertinencia y trascendencia” (p. 4). Puede decirse que es la conjunción de objetivos, logros, compromiso, interacción de empresas, instituciones públicas, privadas y comunidades que permitan el fomento, la participación y la riqueza de la sociedad.
Para finalizar la destacada profesional indica que los gerentes tienen un compromiso consigo mismo, con su equipo de trabajo, demás colaboradores, con la empresa, con las comunidades, contribuyendo a la humanización de la sociedad, al bien común, hacia un bello desarrollo de ella, el rescate de los valores universales, de la moral y la ética, un reclamo que día a día hace la humanidad y de allí el papel protagónico del gerente
Msc. Julio Cesar Vargas
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