El espacio es oscuro y frío porque en él no puede haber luz ni temperatura. Para que se produzca la luminosidad en el espacio tendría que haber materia y el espacio carece de ella. Pero el espacio no es vacío como se creía antes. Todavía, en el presente, Einstein en su teoría de la relatividad restringida toma de la teoría de la luz de Maxwell y de Lorentz, el “supuesto de la constancia de la velocidad de la luz el “vacío”; el entrecomillado me pertenece. El vacío, como ha quedado demostrado con las caminatas por el espacio de los tripulantes de las naves espaciales, no existe; los astronautas y los cosmonautas en el espacio disfrutan de la ingravidez. De modo que para que se genere la luminosidad deben estar presentes la materia y la energía. Y en el espacio la ingravidez la produce su energía, pero no puede haber materia en el espacio.
La luz diurna, bien sea la solar o la eléctrica, en el caso de la solar, la iluminación es producida por la acción de la energía solar en la energía de las partículas que conforman la atmósfera de la Tierra. Y en el caso de la eléctrica, la iluminación es producida por la acción de la energía eléctrica en la energía de las partículas de un filamento o de una masa de gas.
Como la energía no se calienta y la materia sí, entonces por la carencia de materia en el espacio del Universo no hay temperatura posible. De aquí que el espacio sea, por esto, oscuro y frío. En ambos casos tanto la luz solar como la luz de la energía eléctrica es puntual. Carece de velocidad. La luz de la energía eléctrica se produce en un bombillo o un fluorescente y en torno a ellos se extiende un área de iluminación porque en ese entorno hay atmósfera que se ilumina también debido a la energía de estas fuentes que se propaga sin detenerse, porque la energía no tiene reposo. La luminosidad de la atmosfera de la Tierra por la energía solar no puede propagarse, como sucede con la luz de la energía eléctrica, porque después de la atmósfera de la Tierra lo que sigue es el espacio que, como ya lo decíamos, en el espacio no hay materia para que la energía produzca luz.
La confirmación, pues, de la puntualidad estática de la luz contradice la teoría de su velocidad. La luz se expande por la atmósfera dejando el falso aspecto de su movilidad, debido a que la energía que la produce tiene la velocidad de 300.000 Km/s.
Carlos Mujica
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