“El verdadero carácter de un patriota consiste en ser obediente a las leyes de su país
y miembro útil de la sociedad a la que pertenece.”
FRANCISCO DE MIRANDA.
Llevo el patriotismo en mis venas, en mi mente, en mis acciones, amo inmensamente a la tierra que me ha dado cobijo y mi sentimiento está asociado a la voluntad de ser útil. Cuando hemos estado en peligro de perder la libertad y la democracia no me ha bastado con agitar la bandera nacional. He cantado el Himno Nacional y al unísono las canciones tradicionales para nosotros los venezolanos; soy amigo de la acción en el marco constitucional y legal, pues creo firmemente que, ese es el camino de la paz, y soy poco amigo de retórica.
Voy más allá de la fidelidad a un territorio que forma parte del globo terráqueo; promulgo el respeto a los principios y valores aprendidos en el seno de mi hogar paterno y me apego a la máxima que expresa:
“No comparto lo que dices pero defenderé tu derecho a expresarlo.”
Patriotismo es trabajar por el progreso del país, por su desarrollo económico, social e intelectual… por el bienestar de sus ciudadanos.
Y, ese triunfo debemos lograrlo con nuestras propias fuerzas, con nuestro coraje, arrojo, y con la valentía, que con prudencia, se sobrepone al miedo desde nuestras frágiles barricadas para envolver en un torbellino de libertad a nuestros adversarios venerando los esfuerzos altruistamente desinteresados que están acrisolados en los sacrificios de nuestros jóvenes que abandonando las cunas de sus más caros anhelos y cortando sus carreras universitarias en pos del honor nacional arriesgan sus vidas y han derramado su sangre con sublime patriotismo arrastrando con ellos todos los sacrificios antes de consentir en la perdida de la República, o emigran del país en búsqueda de los recursos monetarios necesarios para la sobrevivencia de sus familias o en la consecución de un medicamento para prolongar la vida de un ser querido…
Supongo que atravesamos momentos de profundas reflexiones que deben estar basadas en la lógica y la razón, fortalezas que nos llevaran a tomar decisiones acertadas y poder actuar con la sensatez necesaria para el logro de los objetivos con una hoja de ruta signada por el “Estamento Legal venezolano” implementado sin manipulaciones y/o interpretaciones desquiciadas.
Justicia no es venganza, por tanto, tengo la esperanza de que el tan cacareado dialogo se impondrá al final, sólo que para llegar a él, desde siempre, hay que pasar por el agotamiento de todas las demás posibilidades, principalmente, la bélica. Los organismos de investigación delictiva se tienen que depurar para que impere la verdad, se compruebe la realidad en la cual se han cometido los delitos, y pueda sobrevenir el perdón luego de cumplida la penalización correspondiente.
Creo que una vida como la mía sólo puede suceder en Venezuela… la dama má5 bella que conozco.
Es menester recordar que la Constitución Nacional es explicita cuando en su texto expresa (Palabras más, palabras menos) qué “Existen delitos que no prescriben y que al cometerlos, no los justifica el haberlos cometidos siguiendo órdenes superiores.
John Roderigo Dos Passos (14-01-1896 / 28-09-1.970) quien fue un novelista y periodista estadounidense, intelectual y artista, de ideología independiente, cultivó una profunda amistad con Ernest Hemingway y, alguna vez, expresó:
”Podéis arrancar al hombre de su país…
pero no podéis arrancar el país del corazón del Hombre.”