Hace poco volví a un libro de esos que vale la pena releer en distintas etapas de la vida: My early life(traducido en español como Mi juventud) de Winston Churchill. Un relato autobiográfico de su infancia y juventud, escrito en 1930, cuando tenía 56 años. Yo buscaba luces sobre la situación actual de Venezuela y encontré estos párrafos que comparto con ustedes, sintiendo –una vez más y cada vez con más fuerza y certeza- que Churchill fue un genio. Los resaltados son míos:
“Cuando miro hacia atrás … no puedo más que devolver mis sinceras gracias a los grandes dioses por el don de la existencia. Todos los días fueron buenos y cada día mejor que el otro. Subidas y bajadas, riesgos y viajes, pero siempre el sentido del movimiento, la ilusión de la esperanza.
Vamos, todos ustedes, jóvenes, en todo el mundo. Ahora son más necesarios que nunca para llenar el vacío de una generación esquilada por la guerra. No tienen una hora que perder. Deben tomar sus lugares en la línea de la lucha de la vida. ¡Veinte a veinticinco! ¡Estos son los años! No se conformen con las cosas como son. «La tierra y su plenitud son suyas».
Aprópiate de tu legado, acepta tus responsabilidades. Levanta las gloriosas banderas de nuevo, avanza sobre los nuevos enemigos, que se reúnen constantemente en el frente del ejército humano, y solo hay que asaltarlos para que sean derrotados.
No aceptes un “no” por respuesta. Que el fracaso nunca te someta. No te dejes engañar por el mero éxito o la aceptación personal. Cometerás todo tipo de errores, pero mientras seas generoso y verdadero, y además fiero, no puedes herir al mundo, ni siquiera angustiarlo seriamente. Él fue hecho para ser cortejado y ganado por la juventud. Él ha vivido y prosperado sólo por subyugaciones repetidas”.
Jóvenes de mi patria: acepten sus responsabilidades. Llegó la hora de tomar las riendas del país, con la pasión y la energía propias de su juventud. No en balde la llamó el poeta el “divino tesoro”: un tesoro para construir otro tesoro, la patria. Sin conformarse, teniendo humildad para reconocer sus errores y siendo generosos y auténticos. Churchill llevó a su país a través de la guerra y lo levantó después. ¡Levanten a Venezuela! Nuestra guerra ya terminó…