Wilmer Guaidó Vidarte, padre del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, radica en España desde el 2003, es piloto de profesión pero actualmente trabaja como taxista. Manifiesta que teme por la integridad física de su hijo.
El señor Guaidó Vidarte vivió la tragedia de Vargas y huyó del gobierno de Hugo Chávez, hoy recuerda a su país y extraña a su hijo, el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.
“Estoy orgulloso, pero tengo miedo. Por su seguridad. Por lo que puede pasar”, expresó en una entrevista para El Mundo de España.
Su verdadera profesión es piloto de aviación. “Yo conducía un guacamayo, un avión de aerolíneas venezolanas, hasta que todo quebró”, señaló Guaidó.
Recuerda que le contó su decisión de irse del país a su primogénito, Juan, quien entonces estudiaba en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas…
-Hijo, me voy. Vente con nosotros.-No es el momento, papá. Debo acabar mi carrera. Después ya se verá…
El padre se lo tomó con sorpresa pero sabía del enorme amor de su hijo por su país y por su madre, Norka Márquez, maestra, de la que se había separado. «Se quedó con su hermano Gustavo. “Respeté su decisión. Ya estaba con los movimientos estudiantiles y conoció allí a Leopoldo López”
La familia de Juan Guaidó tiene raíces canarias, su padre cuenta que tras ser electo diputado en 2015, seguía sus pasos a través de las redes sociales. “Su abuela Rosita siempre dijo que Juan sería presidente”.
Se conmovió cuando el pasado 23 de enero durante un cabildo abierto en Caracas, su hijo leyó su discurso de investidura como presidente encargado del país y habló del exilio venezolano. «Este silencio nos recuerda la soledad de aquellos cuyos hogares sufren por la partida de sus hijos y nietos al exilio, o de niños cuyos padres no pudieron darles el abrazo de año nuevo porque se encuentran afuera para poder enviarles dinero. Son más de 3.300.000 venezolanos quienes se han visto forzados a huir de la crisis buscando lo que hoy este Gobierno no les ofrece: oportunidades, trabajo y libertad… Hoy las madres despiden a sus hijos, en el aeropuerto, en la frontera o en el peor de los casos en el cementerio, y con ellos se va la posibilidad hacer justicia. Este es el silencio del cuarto de Neomar, Manuel, Miguel, Cesita, Geraldine y tantos jóvenes que ya no se encuentran físicamente entre nosotros”.
Relata que se sintió muy identificado con el discurso del proclamado presidente encargado de Venezuela, ya que su quinto hijo también vive en Europa. Sus hijas sí residen junto a él en Canarias. Sólo Juan y Gustavo se quedaron en Venezuela. Y el padre siente también el dolor de estar lejos y perderse las reuniones familiares.
Detalló que a diario se comunica con Juan Guaidó. “Es un hombre grande ya, pero cada noche me pide la bendición. Y así seguirá”.