El príncipe Felipe, el esposo de 97 años de la reina Isabel II, se recuperaba el viernes en la residencia real de Sandringham luego que la camioneta Land Rover que conducía se volcara en un choque con otro vehículo.
Una alarmante fotografía que mostraba la camioneta negra de Felipe volcada dominó el viernes pasado las primeras planas de los tabloides británicos. “Vi un auto, una Rover negra salir de un camino lateral, que se volcó y terminó del otro lado de la carretera”, dijo Warne. “Lo vi salir descontrolado y volcarse sobre la carretera para terminar del otro lado”.
La conductora del Kia, una mujer de 28 años, sufrió cortadas en la rodilla, mientras que su pasajera, una mujer de 45 años, tuvo una fractura de muñeca, ambas fueron trasladadas a un hospital y enviadas a casa,el bebe de 9 meses que iba en el carro resultó ileso.
Felipe se ha retirado casi por completo de la vida pública, pero es famoso por su férrea independencia y por su amor por conducir autos y carruajes, en meses recientes ha gozado de buena salud.
No existe un límite de edad para conducir en Gran Bretaña, aunque los conductores de 70 años o más tienen que renovar su licencia cada tres años y notificar a las autoridades si tienen problemas de salud como derrames cerebrales, epilepsia o glaucoma.
Voceros del Palacio de Buckingham dijeron el viernes que Felipe tiene una licencia de conducir vigente y que ha cumplido con todos los requisitos de la agencia que expide las licencias.
El príncipe e Isabel, de 92 años, han estado de vacaciones desde Navidad en Sandringham, una de sus residencias rurales favoritas, ubicada a 177 kilómetros (110 millas) al norte de Londres.
