Estamos en una coyuntura que significa una oportunidad de oro para salir adelante y construir el país que merecen nuestros hijos, de hacer las mejores propuestas como sociedad, como parlamento, gremios, universidades y como jóvenes; y conseguir una solución a la crisis que vivimos los venezolanos.
Los cambios sociales no se decretan, se construyen con la participación de todos, desde una orientación política que está encabezando nuestra Asamblea Nacional, representante de todos los venezolanos, con propuestas y trabajo mancomunado de todos y cada uno de los sectores de la sociedad.
Hoy tenemos un panorama de cómo podemos hacer las cosas, y hay que hacerlas bien. Nuestra ruta y nuestros esfuerzos han construido a lo largo de estos últimos años una situación que coloca a los usurpadores en la peor posición, la de ilegitimidad frente a la comunidad internacional, y frente a todos y cada uno de los venezolanos, esto lo hemos logrado por siempre mantenernos fiel a nuestra Constitución y a nuestros valores por la defensa de una salida pacífica, democrática, electoral y dentro del marco de nuestras leyes. Hoy ellos han hecho evidente lo que por años llevan haciendo, violar la Constitución y romper el Estado de derecho en nuestro país.
Ahora el futuro podemos construirlo con la participación de todos. Y para eso debemos avocarnos a construcción de un país de oportunidades. Desde el año pasado, hemos articulado con los miembros de la sociedad civil, un Plan País para la construcción de una nueva Venezuela.
No es casual que la crisis se haya instalado el día que Maduro asumió la presidencia. Luego de 6 años de terrible gobierno, Venezuela acumula 6 años de recesión económica, con un retroceso terrible en todas las condiciones de vida del país, en un deterioro generalizado de todos los servicios públicos, y en la migración de una cantidad enorme de familiares y amigos. De la misma manera, la crisis en el país acabará cuando Maduro y su combo salgan del gobierno.
Y para ese momento nosotros debemos estar preparados para establecer las mejores políticas, los mejores acuerdos y, de esta manera, levantar al país para que, de forma definitiva, Venezuela entre en el Siglo XXI y se ponga a la par de las economías más avanzadas de la región, asumiendo un puesto al frente de las discusiones sociales más adelantadas en todo el mundo.
Nuestro reto, hoy, es mantenernos firmes en nuestra posición de legitimidad y defensa de la Constitución y de los principios democráticos que han caracterizado al país en los últimos 60 años. Para eso tenemos la fuerza de la razón y el apoyo de la inmensa mayoría que quiere un cambio político en el país. La Unión política de todos los factores nos ha llevado a este momento, y la participación de todos los sectores de la sociedad civil nos ha permitido tener una propuesta de país, que ofrezca a las generaciones presentes y futuras una visión de que es posible una Venezuela mejor.