Los educadores estamos pasando hambre, estamos pasando miseria, no es posible que los profesionales de la educación tengan que renunciar a sus cargos, porque sus salarios pulverizados no les alcanza para poder asistir a sus actividades pedagógicas, denunció la docente Raquel Figuera, vocera de la protesta realizada este martes 15, Día del Educador.
“Significa entonces que el Magisterio hoy en la calle, hace un llamado a toda la toda la ciudadanía a unirnos en una sola lucha para enfrentar esta catástrofe, en defensa de nuestras contrataciones colectivas y de nuestros derechos laborales y en defensa de los derechos constitucionales”, afirmó.
Afirmó que toda las reuniones sostenidas con el Ministerio de Educación, incluyendo la última con el propio ministro Aristóbulo Istúriz, no han sido nada satisfactoria, simplemente señaló que aún el Gobierno continua con las medidas económicas, agregando que hay una violación total de todos los derechos salariales, de la seguridad social.
“Los docentes no tenemos seguridad social, a pesar de que tenemos una institución como el IPAS-ME, indicando que la gran mayoría de las dependencias regionales de esta institución, permanecen en un cierre técnico, al igual que la mayoría de nuestras escuelas que tambien tienen un cierre técnico, precisamente porque carecen del presupuesto necesario y el mantenimiento requerido para poder desarrollar las actividades y los servicios de salud. De igual manera, se mantienen los criterios de la tabla de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), una tabla que nos saca de los derechos de la tabulación contemplada en la Segunda Convención Colectiva, de manera que nosotros no tenemos un salario integral, los educadores estamos sobre la base de un salario mínimo, que por cierto, ese salario mínimo que decreto ayer Maduro, es totalmente insuficiente en comparación con el costo actual de la canasta alimentaria y de la canasta básica”, dijo Figuera.
Destacó que el educador esta comprometiendo su dignidad, su esencia de vida, porque el salario que debe ser un valor para el desarrollo del trabajo formador, no existe, el salario esta totalmente erosionado, indicando que el Docente I no llega a los Bs.S 7.000 y si este monto se lleva al valor del dólar, el resultado es verdaderamente deplorable.
Reveló que el reinicio de clases, el pasado 7 de enero, apenas hubo una asistencia de un 30%, siendo el porcentaje más bajo dado en nuestra historia en cuanto al inicio del año escolar, señalando que peor aún fue la ausencia de los docentes, no porque estaban de fiesta de navidad, sino porque no tenían el dinero en su bolsillo para poder asistir a sus labores escolares.
Afirmó Figuera que la diáspora sigue en aumento en el sector docente, indicando que de acuerdo con las cifras que manejan, para el mes de julio del 2018 ya 172.000 educadores estaban migrando al resto de los países hermanos, indicando que hoy se trata de actualizar estas cifras, pero se tiene la certeza de que esta variable sigue creciendo aceleradamente, porque en los centros piloto, de cada 28 docentes, al menos 10 están dejando las aulas, saliendo del país por la diáspora, afirmando que lo más grave es que quienes se quedan, también están renunciando porque no les alcanza el dinero para satisfacer sus necesidades mínimas de alimentación y el trasporte.