Todo tiempo es propicio para hablar de este tema que puede enseñarnos muchísimo. Lamentablemente las tradiciones religiosas han obviado detalles que son bíblicos y dicho evento no lo han presentado con datos precisos. Por cuanto tal cual como lo presentan hoy, fundamentado en la tradición, como dijimos, se aleja de lo que dice la Santa Escritura. Sucede, que las instituciones eclesiásticas han obviado, agregado y hasta eliminado elementos históricos interesantes de su desarrollo, de su verdadero contenido y esto le ha restado profundidad espiritual, la cual pudiera ayudarnos a acercarnos más a nuestro Salvador y Redentor Cristo Jesús.
Para empezar, la presencia de los llamados ”reyes magos” cuando nace el niño Dios en un establo de animales, no eran reyes, eran personajes de la alta sociedad intelectual de oriente. Tampoco magos como los conocemos hoy. Vean, la palabra magos que aparece en la Biblia y nos conecta con este hecho histórico viene del griego mágoi. Expresión empleada para designar a las diversas clases cultas en aquellos tiempos. “No eran magos como hoy se entiende. Eran de alta alcurnia, educados, ricos e influyentes. Eran los filósofos, los consejeros del reino, instruidos en toda la sabiduría del antiguo Cercano Oriente. Los «magos» que vinieron a buscar al niño Jesús no eran idólatras, y se caracterizaban por ser personas rectas e íntegras” Libro El Deseado de Todas las Gentes. Pág. 41-43.
Entonces, su condición intelectual les motivaba a estudiar con diligencia y ávida curiosidad el evento anunciado. Profundizaron en los rollos antiguos de las escrituras hebreas, por lo cual descubrieron, creyeron y actuaron en función al nacimiento del Mesías. Un asunto a imitar hoy. Así, decidieron hacer un viaje de aproximadamente 1000 kms para rendir adoración al niño Dios. Estos admirables hombres nunca dudaron de lo que decían las Escrituras y cuando llegaron a Belén donde nacería el Mesías, preguntaron con decisión y seguridad. “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle” Mat.2:2
Cosa contraria sucedió con los dirigentes judíos, quienes no quisieron ver lo que estaba pasando frente a sus ojos. La soberbia, la autosuficiencia, su orgullo, que perdura hasta hoy. La auto sabiduría de los grandes líderes no les dejó ver la realidad que sí vieron estos hombres que hoy llaman erróneamente “reyes magos”. ”Ellos estudiaban los cielos tachonados de estrellas, y trataban de escudriñar el oculto misterio de sus brillantes derroteros, contemplaban la gloria del Creador. Buscando un conocimiento más claro se dirigieron a las Escrituras hebreas.”.Ob.Cit.
Actualmente sucede igual. Grandes líderes de las religiones cristianas a pesar de sus estudios teológicos y a su intelectualidad. A pesar del desarrollo imparable de la ciencia y de los medios informativos siguen perdidos en su “sabiduría”. Tienen delante de sí la luz completa que se manifiesta en el engranaje perfecto del Antiguo y el Nuevo Testamento pero no la quieren ver. Están plenamente identificados en esta seria advertencia que Dios hace “Mi pueblo perece por falta de conocimiento. Porque tú has rechazado el conocimiento, yo te rechazaré de mi sacerdocio; porque has olvidado la instrucción de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos” Oseas 4:6. Pero “no hay peor ciego que el que no quiere ver”
Hasta la semana próxima Dios mediante por la WEB.
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William Amaro Gutiérrez.
