Desde la Asamblea Nacional hemos venido advirtiendo, a lo largo de los últimos años, que cada día que pasa, Nicolás Maduro y su combo se aleja tanto de la legalidad y de la Constitución de todos los venezolanos, como de la realidad que nos afecta a todos. Crisis generalizada de servicios públicos, salud, empobrecimiento acelerado y con la peor hiperinflación de la historia latinoamericana, son causadas por el desgobierno y son el efecto de la violación del Estado de derecho.
La Junta Directiva de nuestra Asamblea Nacional, único órgano legítimo reconocido por todo el mundo, ha declarado la usurpación del cargo de la Presidencia de la República. Esto es un hecho inédito en nuestra historia democrática, ya que un grupo quiere robarse las atribuciones del ejecutivo nacional sin haber sido electo en unas elecciones libres, claras, transparentes, justas, con la participación de todos los miembros de nuestra sociedad.
Las últimas elecciones presidenciales que se pueden recordar fueron aquellas que hubo que realizar hace 6 años, en un período de 30 días, por la falta absoluta del presidente electo, y que mostró una participación masiva de la población venezolana, con una sociedad polarizada en prácticamente dos mitades.
6 años después, con todo el avance de la crisis económica y social que en la que nos hundió Maduro, el grupo que gobernaba conspiró para violentar todos los principios democráticos y de separación de poderes que rigen el Estado social de derecho y de justicia que propugna la constitución, y ha decidido autoproclamarse gobernadores, saltándose todas las formas y principios democráticos de nuestra carta magna.
Es labor de toda la sociedad en su conjunto, trabajar para que nuestra Constitución, como marco jurídico que regula a la población venezolana, vuelva a estar en vigencia y proteja a todos los venezolanos de las ambiciones de un pequeño grupo de poder. La Asamblea Nacional no puede asumir sola el gobierno nacional porque carece de los medios para hacer efectiva las decisiones que de ella emanen, pero si puede construir la base política que oriente y presione a todos los factores para que un cambio sea posible.
Nuestro trabajo es impulsar un modelo de cambio político que nos oriente a la prosperidad, porque quienes usurpan el poder nos han condenado al fracaso y a la pobreza. La mejor forma se hacerlo es construyendo, con todos los miembros de la sociedad, y proyecto país que haga visible las alternativas que tenemos a este modelo frustrado y arruinado. Con la participación de todos podemos levantar las bases de un cambio político definitivo que resuelva la crisis política que vive el país y que tiene condenado a toda la población venezolana.
Stalin González.