Años tras años reflejando la visita de la Divina Pastora, las páginas de EL IMPULSO anunciaban durante los años 1940 y 1959 la llegada de la Virgen. “Mañana en la tarde hará su tradicional entrada a Barquisimeto la imagen de la excelsa Pastora de las Almas, traída procesionalmente de la vecina aldea de Santa Rosa. La ciudad se apresta a recibir con sus más radiantes galas a la celestial embajadora, en quien miles de almas devotas tienen depositado el tesoro de su fe. Grímpolas, gallardetes, arcos floridos, y arcos luminosos, de multicolores combinaciones, saludarán el paso augusto de la misericordiosa mensajera de la suprema gracia y las infinitas mercedes. Que la dulcísima presencia de la clemente Madre ponga en los corazones un ritmo fraternal de paz y de concordia”.
Las páginas de EL IMPULSO generalmente reseñaban los sucesos y comentos de la localidad, y la visita de la Divina Pastora era un evento religioso de gran magnitud, pero con poca cobertura periodística, pues aún no contaban con periodistas y generalmente publicaban notas literarias, comerciales y de salutación.
Poco a poco fue ocupando más espacio, la titulación más frecuente rezaba: “La solemne recepción de la Divina Pastora”, en ella se describía el recorrido, informando que desde la vecina aldea de San Rosa hasta el atrio y las naves de nuestra Catedral, en sucesión interminable, en teorías incesantes, en desfile de doncellas y matronas, ancianos y niños, todas las clases, formaban calle de honor y de emoción al paso de la sacrosanta embajadora, que lucía galas donde el oro, y el azul, y el blanco, y el rosa, y el púrpura, se entremezclaban en tapiz y tamiz de suavidades, y de purezas, de oblaciones”.
EL IMPULSO también destacaba la visita que los feligreses hacían a su patrona en Santa Rosa. Desde la madrugada del día anterior a su recorrido, innumerables
devotos rendían tributo a la Virgen, hasta su salida en la tarde de los 14 de enero.
1946: visita histórica
En la edición del 12 de enero de 1946, EL IMPULSO publicó el programa de los actos conmemorativos de la 90 visita de la Pastora. “Para el día 13, a las 12 m. un solemne repique de campanas se dejará oír en todos los templos de la ciudad anunciando a la colectividad barquisimetana la proximidad de la venida de la Divina Pastora.
Para el 14, a las 5 a.m. será saludada su aurora con alegres repiques de campana y fuegos artificiales. A las 12 m., los miembros de la Sociedad quemarán una docena de cohetes al frente de sus respectivos hogares, como una singular manifestación de regocijo.
A las 2 p.m. reunión de los miembros de la Corporación en el local de la Sociedad para salir en cuerpo a las 3 p.m.
Alas 4 p.m. llegada triunfal de la Divina Pastora, que hará el recorrido tradicional acostumbrado.
El trayecto del recorrido era adornado por destacadas familias, cada esquina representaba una de ellas. Una de las significativas era la de Tarcisio Álvarez Oropeza, donde la imagen era descubierta para que recibiera el saludo filial de todos sus hijos y devotos. Allí la Sociedad de Damas de la Divina Pastora, representada por las señoritas Eudocia Defendini e Incolasa Vásquez, señora Angelina de Leal, Adolfo Camargo, y Manuel María Torrealba le otorgaban un especial adorno costeado por el consorcio Ernesto A. Carmona y su señora esposa.
Asimismo, EL IMPULSO señaló todas las familias que engalanaron el frente de sus respectivos hogares; Esquina Boyacá, señores Zisman & Tendler, Jesús Yépez y familia, señora Josefina de Garrido y familia; Esquina de El Control, señores Hermanos Jiménez A. y Compañía Anónima de Autobuses, Eustaquio Yépez y familia, Ernesto La Cruz Ruiz y familia, Miguel A. Campos y familia, Porfirio Patrizzi y familia; Equina Café Venezuela, Efraín Aguaje y familia, Juan Arrieta y Familia; Esquina Marcos Aguaje, Antonio José Aguaje y familia, Heraclio Gonzáles y familia, J. M. Torres Losada y familia, Modesto Vidoza y familia; Esquina Don Julio Ramos Alvarado, Julio Ramos Alvarado y familia, Leonardo Ortega y familia; Esquina Cuartel de Policía Ciudadano Gobernador del Distrito y empleados de su dependencia.
En la edición del 16 de enero de 1946, se publicó por primera vez la historia del cambio de imágenes. En la columna se señala: “En Santa Rosa esperaban una imagen de la Inmaculada Concepción, en tanto que en Barquisimeto era aguardada una de la Divina Pastora. Pero ésta fue recibida en Santa Rosa, y en Barquisimeto, la que habían pedido de la vecina aldeíta. Cuando el párroco de ésta ordenó que se llevasen el cajón con la imagen para Barquisimeto, no hubo fuerza humana capaz de moverlo. Y el Vicario de Barquisimeto, avisado de lo que ocurría, dictaminó que la Divina Pastora quería quedarse en Santa Rosa. Y allá se quedó”.