El EL IMPULSO, siempre del lado de sus lectores, ha reflejado a lo largo de los años, en sus 115 años de fundado, la devoción del pueblo barquisimetano y larense hacia la Divina Pastora.
La primera vez que nuestras páginas impresas, cuando existían, reseñaron la visita de la Divina Pastora a la ciudad de Barquisimeto fue el 15 de enero de 1923. Era su visita número 67. En esas pequeñas líneas EL IMPULSO reseñó: “Solemne fue la recepción que hizo Barquisimeto a la Divina Pastora, en la tarde de ayer, habiéndose cumplido brillantemente el programa de que dimos cuenta. La multitud rindió su fervoroso homenaje a la milagrosa Imagen”.
Fueron treinta y cinco palabras que reseñaron la llegada, pues apenas contaba el diario con cuatro años de asentamiento en Barquisimeto.
La capital de Lara fue siempre una ciudad pujante. A mitad del siglo XIX tuvo un importante crecimiento poblacional, llegando a tener veinticuatro mil habitantes.
Por su ubicación geográfica, era confluencia de las rutas comerciales. Comerciantes y arrieros cargados de maíz, cebolla, harina, sal, papelón, carne, queso, chinchorros, cordobanes y lienzos, se daban cita en los corrales de la ciudad para el intercambio, muestra de la pequeña ciudad que aún era.
Todos formaban un conglomerado social en el cual una aristocracia, basada en el apellido y el origen familiar, consolidaba fortunas provenientes de la actividad agropecuaria y del comercio. Las informaciones periodísticas eran sucesos y comentarios de acontecimientos sociales, comerciales y de gratitud.
Todavía los reportajes, noticias y demás géneros periodísticos no cobraban relevancia.
Así transcurrieron los años y EL IMPULSO fue informando sobre el recorrido de la Divina Pastora.