La disputa entre Estados Unidos y China por la censura a la gran empresa tecnológica Huawei está extendiéndose a Europa, el mercado extranjero más grande de la compañía, donde algunos países también están comenzando dejar de usar los sistemas de redes de Huawei por razones de seguridad.
Algunos gobiernos europeos y compañías de telecomunicaciones están siguiendo el liderazgo de Estados Unidos al cuestionarse si es que usar Huawei en sus vitales infraestructuras de redes móviles los podría dejar expuestos a espionaje de parte del gobierno chino.
Censuras en Europa podrían significar más presión financiera para Huawei. Esto también podría costar a Europa decenas de miles de millones de dólares, ahora que la región piensa en cómo tener más redes de «5G», diseñadas como base para conectar una gran cantidad de aparatos y dispositivos a internet, desde autos autónomos a robots de fábricas y cirugía remota.
«Europa sigue dividida sobre Huawei, pero el patrón sigue en dirección bastante clara» a la vez que Estados Unidos ejerce presión sobre sus aliados para que la bloqueen, dijo Thorsten Benner, director del Instituto de Políticas Públicas Mundiales, con sede en Berlín.
Las tensiones geopolíticas por Huawei se intensificaron luego que su directora de finanzas, quien también es hija del fundador Ren Zhengfei, fue arrestada el 1 de diciembre en Canadá en conexión con acusaciones estadounidenses de que la empresa violó las restricciones de ventas de tecnología estadounidense a Irán.
Huawei está bloqueada en Estados Unidos desde el 2012, cuando un reporte de la Comisión de Espionaje de la Cámara Baja indicó que era una amenaza de seguridad y recomendó que el gobierno y empresas privadas dejen de comprar sus equipos de redes.
Deutsche Telekom, de Alemania, dijo la semana pasada que «toma muy en serio las discusiones mundiales sobre la seguridad de productos de redes de manufacturadores chinos». La compañía dijo que usa varias empresas para fabricar sus redes, incluyendo Ericsson, Nokia y Cisco.