Cardenales de Lara tuvo dos grandes enemigos este sábado, en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto: El jardinero Félix Pérez y el abridor Jaron Long. Los dos fueron los pilares de la victoria de Leones del Caracas, 5 a 2, que se puso a sólo medio juego del segundo puesto de la clasificación, ocupado por los propios pájaros rojos.
Pérez ha sido el gran protagonista de la semana, y en muchos aspectos. Arrastró los focos al ser uno de los peleadores en la trifulca del miércoles, entre melenudos y Tiburones de La Guaira, pero también ha despuntado con su bate. Tras irse de 5-3, con vuelacercas, una carrera anotada y tres remolcadas, cuenta 10 fletadas desde el lunes, cuatro anotadas, tres jonrones y .444 de promedio de bateo.
El antillano produjo las dos primeras anotaciones del duelo en suelo crepuscular, en el primer inning, contra Jorge Martínez (5-3), perdedor del compromiso. Sacó la bola por el largo jardín central del parque, con Isaías Tejeda en circulación. Fue seguido por el quinto bambinazo del novato Jeffrey Báez.
Si bien Long (1-0) terminó los 7.0 innings que lanzó de forma dominante, sus pasos iniciales en el careo fueron tambaleantes. Permitió que se le embasaran los tres primeros bateadores que enfrentó. Rangel Ravelo le hizo daño al empujar con sencillo a Ildemaro Vargas. El iniciador no permitió más libertades. Fue recompensado con el triunfo.
Caracas hizo sus otras dos rayitas en el séptimo acto, luego de cuadrangular solitario de Juan Graterol y un hit remolcador de Pérez.
Cardenales acortó distancias con carrera empujada por Ravelo, gracias a doble contra el relevista Craig Stem, que le permitió anotar a Paulo Orlando. La ofensiva de la bandada roja fue amarrada en el noveno pasaje por el cerrador Miguel Solocovich que, a pesar de embasar a dos adversarios (uno por hit y otro por error de José Rondón), pudo lograr el séptimo rescate de la campaña.
Ambos equipos se volverán a medir este domingo en Barquisimeto para saber cuál de ellos tendrá el segundo puesto para Navidad. Lara buscará sacudirse la mala racha de cuatro derrotas.
